martes, 29 de enero de 2013

Ortografía, socialismo y maricomplejismo

Es que ya ni escribir, coño. Perdón, me refiero a la prensa online. Leyendo noticias en algún que otro periodicucho de la onda nazisociata me encuentro con una colección de faltas de ortografía que directamente incitan a retractarse ante tanta jodida incultura. Aparte de mentiras, manipulaciones, sectarismo y todo lo que habitualmente rodea a esos lamentables panfletos teledirigidos para mentes con mierda en las neuronas. Ya sé que no debería de leer esa mierda infecta, pero debo de ser masoca. O quizá es que siempre conviene estar informado de lo que está tramando el enemigo. Pero bueno, a lo que iba, que ni escribir saben ya estos majaderos anormales, aunque no me extraña ni lo más mínimo viniendo de donde vienen y hablando para quienes hablan. Joder, he empezado fuertecito hoy, ¿no? Directo al grano.

No tenía intención de escribir ningún post, pero el leer tanta burrada y tan mal escrita, me ha hecho escupir el primer párrafo directo a la yugular. En este segundo podría comentar que manda cojones que tenga que ser un checo cincuentón el que intente advertir a los idiotizados españolitos del peligro del socialismo. Sí, un viejo amigo mío con quien el otro día me tomé unas cervecitas y me sacó el tema bastante horrorizado por lo que el PSOE había hecho en España en los últimos años. A los progretas les puede parecer muy topemegaguay, pero para quien ha sufrido esa ideología política en sus propias carnes, no tiene ni puta gracia. Y eso que lo de los nazisociatas españoles es más chaladura mental integral que socialismo puro y duro, aunque tenga en el fondo un cierto tufillo a ello. Digamos que es como si un puñado de locos muy peligrosos escapados de un manicomio de alta seguridad se ponen a jugar a ser socialistas. Al final lo único que van a hacer es joder a todos los que tienen a su alrededor. Y si encima toda esa gente afectada es gilipollas profunda como acontece en España, resulta que hasta parece que disfruten con estar jodidos. En fin, que en el paraíso de los idiotas bien poca solución hay ya.

Para otro día y otro post voy a dejar algo que me ronda la cabeza durante los últimos días. Pero adelantaré algo. Pocas veces me meto con el actual ejecutivo español. Con el maricomplejismo pepero. No me cebo con ellos porque a mí quien realmente me ha jodido la vida han sido los hijos de puta progretas psoístas zetaparistas, mi objetivo principal y a quien dirijo todo mi odio en estos posts. Pero el señor Rajoy ya lleva año y pico en la poltrona. Me hubiera gustado ver algo más de él. Un cambio, un puñetazo en la mesa, algo más de radicalismo que bien que hace falta en un país que ya se ha ido por el retrete. Pero no, es mejor la política de no enfadar a nadie y querer ser un tontaina que se queda a medias de todo y no llega a ninguna conclusión. Mal vamos. Como digo, ya profundizaré en esta crítica otro día, ahora no me apetece mucho y tampoco quiero mezclar churras con meninas. Mejor me abro una sidra de pera y me pongo a Bob Dylan, que no sé muy bien por qué, son dos de las actividades que más realizo últimamente. Hale, majos, hasta más ver.
 
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