Vamos a ver. Leo hoy una noticia en un rotativo español que reza "Andalucía no renovará los conciertos a las escuelas que den por separado educación a niños y niñas". El hecho de que retiren el concierto a este tipo de escuelas no es algo que nos vaya a quitar el sueño, por descontado. No es ni siquiera una noticia que le importe ni al 0.05% de la población, y a mí que vivo a tres mil kilómetros de Andalucía, me la rota absolutamente. Pero este titular me va a servir de base para llegar al fondo de una cuestión que, por lo visto, para los nazisociatas de los cojones es peor que una auténtica obsesión peligrosa. Lo que la Junta de Andalucía busca es, obviamente, mezclar a niños y niñas por cojones, aunque los padres no quieran y por decreto dictatorial, como casi todo lo que aconteció en la época zetaparística y como todo lo que sus babosos herederos continúan haciendo en sus cortijos particulares. Y no se me escapa, por muy retorcido que parezca, que el fondo de todo esto es el sexo, la incitación por parte de estos neonazis psoístas al sexo porque sí y cuanto más mejor. No es la primera vez que lo hacen ni será la última.
Pues bien, mi opinión al respecto de este asunto que tantos sueños quita a algunos y tanto obsesiona hasta extremos increíbles a otros muchos, es decir, el sexo, es que es algo absolutamente natural dentro de la existencia humana. Y tan natural, como que si no hubiera sexo la raza humana se extinguiría por completo, lógicamente. Así que no nos pongamos tremendistas. Y en los jóvenes, en los adolescentes, es algo que llega de forma natural, se busque o no, porque la naturaleza es muy sabia y en su momento despierta en los sujetos esa necesidad lógica de reproducirse, machos buscando a hembras para copular y tener descendencia y que así continúe la vida por los siglos de los siglos y los milenios de los milenios. No tiene más. O sea, claramente, que da igual que juntes o separes a niños y niñas, que les ofrezcas educación sexual o no, que les pongas más o menos trabas o ventajas, al final los jóvenes acabarán por unirse en el acto sexual porque están llamados a ello.
Si todo esto es como acabo de explicar, entonces ¿por qué cojones la obsesión de los nazisociatas por incitar compulsivamente a los niños al sexo? Y cada vez más jóvenes. Recordemos, píldoras abortivas a disposición de niñas de once años sin mayor explicación, Zerolo dando charlas sobre mariconeo a niños de once y doce años en colegios, mierducación para la ciudadanía incitando a pre-adolescentes a probar diferentes tipos de experiencias sexuales de toda índole, manuales sobre cómo masturbarse pagados por los desgobiernos nazisociatas y demás tipos de aberraciones acontecidas durante el reinado de Zetamierdoso el lunático. ¿A qué viene esta obsesión por que los niños comiencen a fornicar tan pronto y aunque sea a la fuerza? ¿Por qué tienen los nazisociatas esta asqueroso fijación con el sexo infantil? ¿Acaso los muy cerdos se masturban como monos pensando en cómo copulan dos niños de doce años? ¿Es ése el tipo de gentuza que tenemos en ayuntamientos, diputaciones y desgobiernos autonómicos? ¿Es ésa la mierda que ha desgobernado el país durante siete años, pensando sólo en violar niños mientras hundían el país y a todos sus ciudadanos? Por Dios, qué puto asco da el PSOE de los cojones, pero qué asco. ¡Soberanos HIJOS DE LA GRAN PUTA!