
Si la cultura del español medio (e incluso alto) en lo referente a sociedad, política, economía y demás asuntos trascendentes a nivel internacional, es absolutamente nula, ya no os quiero ni decir cómo será su cultura sobre asuntos menos trascendentes o, por así decirlo, complementarios y de ocio. Como la música. No hace falta más que poner cualquiera de las diferentes cadenas (de váter) televisivas del país o sintonizar cualquier emisora (también de váter) de radio. Música española en español, por doquier. Subproductos de estudio, grupos malos hasta la saciedad, zorras a las que se les ha puesto un micrófono delante por comerle la polla al productor de turno o imbéciles e inútiles que comulgan con la political correctness, el progretismo más rancio o las chaladuras de la pseudo-cultura lavacerebros impulsada por el nazisociatismo zetaparil de los últimos años. He aquí la música que se ofrece desde España y para España. Y los españoles tienen que escuchar esta porquería, que no se escucha en ningún otro rincón del planeta, y vivir ajenos a cualquier nuevo movimiento musical o rememorar la mejor música que nos ha ofrecido el siglo XX a lo largo y ancho del orbe. Pero esta es la música que mola, tío, la cultureta española, porque somos los más topemegaguays del mundo y el resto de países son todos una mierda que nos tienen una envidia que flipas, colega. Claro, claro, una envidia de pelotas, vamos.
Leo noticias (también manda huevos que estas cosas sean noticia) sobre los premios 40 Principales o Cadena loquesea o el homenaje musical a un yonki ochentero que ahora resulta ser la cima de la música en España. Salvajadas y chorradas de esa índole. Mientras tanto en otros países la buena música vuela a tu alrededor. Las emisoras de radio del 98% del planeta nos ofrecen nuevos movimientos musicales, grupos con una calidad espectacular sacando discos son auténticos temazos que suenan día sí día también a los cuatro vientos. Mi ciudad, sin ir más lejos, ofrece siete días a la semana conciertos en prácticamente todos los locales musicales habidos y por haber. De todos los estilos. Grupazos. Eso sí, qué curioso que por ningún lado se oye ninguna música de la que España ofrece a sus sufridos ciudadanos. Ellos siguen en su botella de cristal aislados de todos los demás, porque son los más guays y, obviamente, el resto del planeta está equivocado. Vamos a intentar preguntar a algún ciudadano... a ver, amigo, ¿tú por qué no escuchas música en inglés de nuevos grupos de fuera y tal y cual? Qué dices, tío, ¿en inglés? Eso es una mierda, porque no lo entiendo... Ah, claro. Pues nada, hijo, sigue con tu enorme nivel cultural, tú y todo tu puto país, que el caminito que lleváis es bueno, muy bueno, vamos, acojonante. Y seguid viviendo en España, que como ahí no se vive en ninguna parte. Vamos, pero seguro.