martes, 13 de mayo de 2008

Un sudaka viola a una niña de 10 años

El titular es tan crudo como real, y lo peor es que la niña, que hoy tiene ya 13 años, se quedó embarazada de aquel malnacido y ahora tiene un hijo de su asqueroso violador. Las secuelas que a esta niña le han quedado no queremos ni imaginarlas pero es evidente que van a estar ahí de por vida. Mientras tanto, el salvaje cabrón se ríe de la justicia y a instancias de su abogado reconoce los hechos para que le rebajen la condena. 17 años entre rejas de los que ya veremos cuántos cumple, además protegido en un módulo especial para violadores no vaya a ser que al pobrecito le hagan algo, y encima como es un extranjero inadaptado pues que entre en algún extraño plan de reducción de condena para enfermos mentales que necesitan todo el cariño de la sociedad. Bochornoso.

Ahora me gustaría a mí saber dónde cojones están los hijos de puta que se dedican a hablar a los cuatro vientos de la integración de estos monos sudakas, a ver qué huevos nos dicen los fantoches de SOS Racismo sobre personajes como el mencionado, o venga, que salga ZP y su legión de mariconas con su ministerio de desigualdad y su alianza de mierdalizaciones. Espérate que aún habrá algún descerebrado hijo de perra que nos llamará racistas por publicar posts como éste. Suponemos que hay por ahí todavía cerdos cabrones que apoyan las violaciones de niñas siempre que se cometan por parte de colombianos inadaptados a nuestra sociedad porque, pobrecitos, lo están pasando muy mal. ¿Dónde está Esteban Ibarra, y Pilar Rahola, y toda esa caterva de estúpidos anormales pseudo-tolerantes gracias a los cuales España se está llenando de mierda de este calibre? ¿Por qué no vais a decirle a los padres de la niña violada que la inmigración está de puta madre?

Pero es que no acaba aquí el tema. La madre de la niña en cuestión se cruzó con el hijo de perra violeta en los juzgados, y por supuesto, tras increparle y decirle a la cara el tipo de escombro humano que era, intentó agredirle. Pues bien, aún se llevó la señora un par de porrazos por parte de las fuerzas de ¿seguridad? que custodiaban al desalmado. Tras esto, esta mujer aún tuvo tiempo para hacer unas cuantas declaraciones a los micrófonos de algunas televisiones en los que reclamaba que a este vándalo sexual se le juzgara con toda la dureza del sistema penal y si era necesario se le devolviera a su país, a ver si allí tenía huevos a hacer el cafre (más que nada por lo hermoso de las cárceles colombianas). Pues aún he oído en algunas emisoras de radio a gilipollas progres anormales tildar de racista a esta señora, cuando resulta que la propia mujer tiene nacionalidad colombiana. ¿Mandará cojones o qué? ¿Ya hemos llegado a este punto de gilipollez extrema en este país? Y estos mamones son los que votan al PSOE, si es que...
 
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