lunes, 7 de junio de 2010

Denuncias feminazis y antisemitismo

La hija de puta, de subministra del trifásico, la inútil integral, la chiflada feminazi, la jodevidas por excelencia, la tarada de la Aído vuelve a la carga, y con más mala uva que nunca. Ahora, apoyada por la nueva (o no tan nueva, porque desde luego no les falta constancia) campaña de teledesgobierno, TVE, nos aparece con más deseos de denuncias, falsas denuncias, hombres entalegados y vidas jodidas para regodeo de esta pandilla de lunáticos asquerosos nazisociatas. Que sí, que hay que denunciar, y como se ve que las mujeres no denuncian tanto como a estos locos de mierda les gustaría (o sea, denunciar absolutamente a todos los hombres) pues ahora se insta también a que la familia, el vecindario o cualquiera que pase por la calle y no tenga nada mejor que hacer, también denuncie. Denuncia libre a cualquier hombre, aunque no le conozcas de nada, por maltratar a su compañera, y si no tiene compañera, pues a cualquier tipa que se te cruce, no pasa nada. Ahora con esto del verano y el escotamiento de las féminas, más vale que los hombres nos dediquemos a ir andando por la calle mirando al suelo porque, ya se sabe, hay miradas que maltratan. O casi mejor que no salgamos de casa, nos encerramos y nos pudrimos, que es lo que quieren.

Vamos, amigos, que si un día la poli entra en vuestra casa y se os lleva al talego de por vida porque os han denunciado por malos tratos, no os sorprendáis de que ni siquiera tengáis mujer. Es que al vecino del quinto no le gusta tu cara y te ha denunciado. Esto me recuerda a lo que acontecía durante nuestra guerra civil, cuando denunciabas al vecino al otro bando porque no te caía bien y de pronto llegaba un camión, se lo llevaba y nunca más volvías a saber de él. Bueno, si se lo cargaban los nacionales, sí, al cabo de unos años llegaría Supergarzón, pero si se lo cargaban los rojos, hasta luego Lucas, nunca más se supo. Sí, también en tiempos de los nazis se hacía lo mismo con los judíos, denuncias, más denuncias, denuncien, queridos ciudadanos, como nos gusta la palabra, denuncien a todos sus machistas, fascistas y maltratadores vecinos, que es la moda. Eso sí, si el vecino es moraco o amerindio ni se te ocurra denunciarlo, vamos, ni aunque le esté cortando la piel a tiras a su señora, por Alá, que como envíes a la policía a su casa eres un racista, fascista cabrón y aún acabarás tú en el talego. No, no, hay que denunciar solamente a hombres españoles, blancos y heterosexuales, ésos son los maltratadores y sólo ésos.

Están como cafeteras. Aunque la locura no explica la maldad congénita de estos hijos de mala madre. El nazismo posiblemente sí, ya sé que volvemos a lo de siempre, el parecido de un dictador intolerante como Zetainútil y las locuras mentales de Hitler, aunque reconozcamos que el austríaco estaba bastante mejor preparado y era mucho más inteligente. Pero ciertamente estos nazisociatas tienen mucho de nacionalsocialistas. Hoy mismo un ciudadano israelí era insultado, vejado, golpeado y amenazado por varias decenas de estudiantes simpatizantes (cómo no, siendo inútiles e improductivos estudiantes) del puto PSOE de los cojones. Antisemitismo flagrante, igual que los nazis. Lo peor del caso es que estos bastardos son tan malas personas, tan cobardes y tan hijos de puta que aún tienen las santas narices de proclamarse anti-nazis, cuando no de repartir pegatinas con una ecuación que trata de iguales a la estrella de David y a la esvástica. Es la ideología del odio, de la intolerancia, de la cobardía, de lo anti-humano y lo anti-social. Y ya se me pueden llenar la boca con sus mierdas sociales y demás gilipolleces, los putos socialistas son asesinos en potencia, locos de mierda, escorias humanas, gentuza que sobra en este mundo. Suicidaos o que os suiciden, malditos hijos de puta.
 
Clicky Web Analytics