Pues sí, lo cierto es que tengo bastante desatendido el blog últimamente. La culpa es de la maratón etílico-autodestructiva que estoy llevando a cabo y que espero acabe con mis huesos en un jodido ataúd, crematorio o fosa común. A decir verdad me la suda todo, pero especialmente se me hace cuesta arriba el seguir con vida, menuda puta tortura, creo que ya puedo describir de primera mano qué coño es el infierno. Y no, no hay tipos de color rojo con rabo y cuernos. Lo más parecido a ese engendro místico es un hijo de puta que anida en La Moncloa desde hace unos seis años, pero bueno, que tampoco se lo crea mucho que este imbécil no llega ni a demonio, simplemente se queda en capullo integral. ¿Veis? No quería hablar de esta pandilla de excrementos humanos y ya se me ha escapado, joder, creo que me voy a poner otro Cutty Sark con limón y a seguir mi fiesta particular. Hostia, he soltado una marca comercial, ¿estoy detenido?, ¿prueba de alcoholemia y cárcel?, ¿denunciado por la primera zorrángana con la que me cruce por la calle?, ¿RAMONCÍN HIJO DE PUTA? Las eternas preguntas, bueno, la última mejor es una afirmación, RAMONCÍN HIJO DE PUTA.
No sé si estoy ebrio o de resaca, o las dos cosas o ninguna. Posiblemente las dos y alguna más. Siempre he pensado que cuando uno se muere llega a un sitio donde hay un pavo en la puerta que pregunta a todo el que allí llega "¿y usted a dónde quiere ir?" Lo llevo reflexionando desde hace muchos años, mi respuesta sería "con los músicos". Entonces el tipo te abre una puerta y entras en una especie de cancha de baloncesto con gradas. En uno de los fondos hay un escenario donde podemos ver a Lennon haciendo acoples con una gigantesca Epiphone, Keith Moon totalmente mamado aporreando la batería, Kurt Cobain sentado junto a una litrona tocando una Stratocaster que no suena, Rick Wright haciendo ruidos raros con los sintes, Bob Marley fumándose un canuto más grande que un autobús o Freddie Mercury sentado junto a un piano blanco de dos metros de largo mientras afina la voz con sus característicos "eeeeeooooo". Otros muchos pasean por la pista, el escenario o las gradas, y los recién llegados como yo nos sentamos esperando a que alguien nos traiga una copita o nos inviten a tocar algún clásico del rock´n´roll. Por cierto, mira que he imaginado veces esta escena pero nunca he visto a Elvis, ¿estará vivo? O igual está en otra sala, jugando a las cartas con Hitler y Bruce Lee. A saber.
Un día que esté algo más inspirado y bastante menos chuzado intentaré escribir algo sobre Haití (voy a poner a caldo a todo dios, aviso) o los taxis exclusivos para mujeres. Decía un colega con el que ayer me estaba poniendo tibio que eso es ilegal, anticonstitucional, vejante, discriminatorio y blablabla. Sí, tío, no te falta razón, pero no vayas por ahí diciendo eso que te tildarán de machista, facha, maltratador y puede que hasta pedófilo, ya puestos. Lo mejor es que en el reportaje donde se mencionaban los susodichos taxis salía un anciano intentando subir al vehículo mientras la feminazi taxista le decía que no podía, que aquello era sólo para mujeres. No voy a reproducir todo lo que salió por la boca del vejete, al fin y al cabo ya suelto yo bastantes insultos en cada post que escribo como para encima adueñarme de ajenos. RAMONCÍN HIJO DE PUTA. Huy, se me ha escapado. Bueno, no quería yo hablar del asunto de los taxis y al final ya lo he hecho. Nada, lo próximo vagones para negros, como antiguamente en New Orleans, eso sí, para ellos gratis y los españoles pagando cincuenta pavos por viaje, no vaya a ser que nos llamen racistas. Hay que mantener a los vagos, oiga, si no la nueva España de ZP no sería lo que es.
La verdad es que me he sentado delante del puto ordenador sin nada que decir y me estoy empezando a calentar, casi será mejor que lo deje porque al fin y al cabo el post de hoy era simplemente para rellenar y decir "eh, sigo vivo, el vikingo aún no se ha muerto". No sería raro, una cuchillada por parte de un moreno al salir a tirar la basura, pelotón de fusilamiento por una falsa denuncia por malos tratos, paliza hasta la muerte por parte de nazisociatas hijos de perra porque no pienso como ellos... joder, qué peligroso se está volviendo esto. Casi que prefiero autodestruirme a base de copazos de whisky, y cuanto antes mejor, que el día que prohíban el alcohol se me acaba el plan de muerte. Fenecer o fallecer, he ahí la cuestión, ¿qué diferencia hay? Bueno, el razonamiento filosófico es bastante estúpido, prefiero quedarme con la idea de que son sinónimos. Al fin y al cabo en la facultad de Filosofía lo único que se enseña es a hacer trabajos sobre por qué el PP debería de ser ilegalizado. Bueno, y a mí qué coño me importa, al fin y al cabo los muertos no votan, los inmigrantes ilegales censados sí. Qué país, Dios mío, qué país. A tomar por culo.