lunes, 13 de septiembre de 2010

Un negro integrado

Que vivimos en una asquerosa dictadura mediática no es nada que descubra ahora mismo, y que posiblemente sea la más feroz que jamás haya acontecido en este país tampoco. Un ejemplo que me viene a la mente es el de los pequeños partidos que esta gentuza que se hacen pasar por profesionales de la información y no son más que lameculos a sueldo del desgobierno, consideran como de "extrema derecha". Denominación que, por lo visto, sirve para describir a todas las personas que intentan hacerse un hueco en la corrupta y patética política española para pelear por los derechos de los españoles, combatir la delincuencia e inseguridad que asola nuestro país y velar por nuestras costumbres de toda la vida, ésas que un puñado de tarados que se autoproclaman "progresistas" intentan día sí y día también eliminar en nombre de un enfermizo progreso que más bien lo único que parece ser es una tara mental bastante aguda contra todo aquello que durante siglos y siglos ha sido bandera de nuestra nación. Es por esto que a estos partidos que ellos tildan de pro-nazis, fachas y demás burradas sin ningún sentido ni significado coherente, yo prefiero llamarles patriotas, pro-españoles y a favor del trabajador y del ciudadano de a pie.

Pero a estos politicuchos mamones, chupópteros, perturbados e hijos de puta con mala sangre, parece que no les gusta que les hagan sombra o que pueda haber un crecimiento por parte de estos partidos que les tenga que obligar a dar el callo de una puta vez y tener que darse cuenta de qué cojones sucede día a día en las calles del país que desgobiernan. Una de las obsesiones de los teledirigidos medios de desinformación es la de utilizar el maná de la xenofobia y el racismo para descalificar a estas formaciones políticas. Pues bien, mira tú por donde, hace un par de días conocí a un militante de uno de estos partidos tan "racistas" y, joder, qué raro, porque el tipo era NEGRO. Oigan, ni de color, ni moreno, ni afroeuropeo, ni ninguna zarandaja de esta índole. El tipo claramente me espetó en la cara que no se me ocurriera emplear ninguna de estas eufemísticas descripciones para referirme a él, que le llamara NEGRO, porque era negro, nació negro, sus padres eran negros y toda su estirpe pasada y futura era negra. Y no había cosa que más le tocara los cojones que de repente algún progre idiotizado le llamara cualquier cosa que no fuera NEGRO.

¿Y cómo es que un negro entonces formaba parte de un partido xenófobo, racista, facha y pimpampum y tiro porque me toca? ¿O es que estamos destapando los bulos desinformativos a pasos agigantados? Pues ahí estamos, amigos, este militante bien claro lo decía, en su partido nadie era racista, quizá un tanto racialistas, pero sobre todo gente que practicaba la autodefensa. Y si algún progreta gilipollas con mierda en las neuronas todavía no ha captado a qué me refiero con todas estas palabrejas, que recurra a este post que el vikingo macabro escribió hace apenas un par de meses explicando todas estas pirulas. En definitiva, que en su partido, nadie abogaba por insultar ni a un sudaka, ni a un chino, ni a un loquesea simplemente porque sí, pero ya está bien de delincuencia inmigrante consentida por parte de un desgobierno de anormales profundos y por cuatro mequetrefes pseudo-modernos que se creen que lo más guay del mundo es que un moro les robe la cartera, un sudaka les viole o cualquier engendro venido de vete a saber dónde les meta una cuchillada porque le sale del forro de los cojones.

Y este negro, el cual, a pesar de llevar apenas unos pocos años en nuestro país, hablaba perfectamente español sin ningún tipo de acento sin haberlo hablado ni estudiado antes en su vida, desde el primer día que llegó a España intentó integrarse como el que más. Nada de religiones vudús, ni de vestimentas extrañas, ni de alimentos aberrantes, ni de robar carteras. Él quería ser español y ahora, a pesar de no haber conseguido aún una nacionalidad que a otros les dan sin ni siquiera saber hablar nuestro idioma, se siente muy orgulloso de ser español, de estar aquí y de trabajar como un burro para levantar el país y no enviar el dinero que gana a vete a saber dónde, sino invertirlo de nuevo en el propio país. Y este negro se caga en todos los delincuentes selváticos que vienen a nuestro país a cometer todo tipo de tropelías bajo el consentimiento y la protección de un asqueroso desgobierno de cobardes e hijos de perra. Y como moneda de cambio a esta integración y a pertenecer a un partido que lucha por los intereses de los españoles de verdad, ¿saben lo que recibe? Que a él también le llamen facha, nazi y racista. Zetaparismo, no hay remedio.
 
Clicky Web Analytics