Se retoma la campaña antihombres por lo tanto, con una nueva aberración en forma de ley para seguir quitando derechos constitucionales y humanos a los padres, esa figura tan mancillada y humillada por parte de estos asquerosos enfermos porque representa lo que, vaya usted a saber por qué extraño complejo o trauma, tanto odian. Es decir, la figura masculina y la familia. Resulta que a partir de ahora SOLAMENTE porque un hombre sea denunciado por malos tratos ya se le puede quitar la custodia de sus hijos. Tócate los huevos, vivan las aberraciones jurídicas. Supongo que ya se pueden todos imaginar lo que va a pasar cuando una señora por sus narices quiera tener la custodia y no le apetezca ni siquiera intentar ir a juicio para pelear por ello. Pues denuncio al señor porque me ha pegado, gritado o llevado la contraria (todo esto son malos tratos para estos tarados de los cojones) y que se vaya al talego, que se le joda toda la vida por el capricho de unos desgobernantes lunáticos y da igual que sea inocente, total, es un hombre, qué asco. Si seguro que se merece ir al talego sólo por haber nacido con polla y huevos. A estos extremos hemos llegado en esta MIERDA de país. Sí, lo siento, a día de hoy ESPAÑA ES UNA MIERDA. Es lo que hay, ciudadanos de mierda que votan a desgobernantes de mierda. Esto apesta.
Cada día tengo menos ganas de escribir en el blog, ni de salir a la calle, ni de ver la caja tonta, ni de hacer nada de nada. Me han jodido la vida, nos han jodido la vida, y la ciudadanía es gilipollas profunda y nadie piensa poner remedio a tanta aberración. Cada vez que veo la asquerosa figura de Zetaparo me dan ganas de tirar el televisor por la ventana. Igual hasta le acierto a un votante del PSOE en la cabeza. Pero qué cojones, el cacharro no tiene la culpa, no tiene la culpa de que un hijo de puta de tal calibre salga día sí día también diciendo paridas, engañando a gente imbécil que le sigue votando o cuanto menos comulgando con ruedas de molino. Y dice que nos tenemos que morir de hambre, y dice que no nos piensa dar trabajo, y dice que no sabe hacer nada para arreglar el desaguisado que él y su gentuza han creado. Y nos quedamos todos tan tranquilos. Estos miserables merecen morir por todo lo que nos han hecho, o mejor ser torturados, que sufran como nos han hecho sufrir a nosotros. Qué asco de desgobierno y de país, por Dios, qué puto asco.