En el aniversario del blog siempre hago las mismas reflexiones, pero no está de más, para los más recientes adeptos, seguir dejando claros varios puntos al respecto del blog y de quien lo suscribe. El Vikingo Macabro no es una bitácora dedicada a la política, es un lugar de reflexión personal sobre lo que acontece en este extraño camino que es la vida de una persona, en este caso la mía. Y como decía John Lennon, si lo que yo escribo sobre mí les vale a otras personas, pues cojonudo. Pero no pretendo aleccionar a nadie ni crear un dogma de fe, no como otros manipuladores lavacerebros que andan sueltos por este país. ¿Y por qué si no se trata de un blog político hablo siempre sobre Zetamierdas, feminazis, nazisociatas y progretas de mierda? Pues porque esos malnacidos han destrozado y afectado mi vida de tal manera que no puedo pasar ni un segundo sin pensar cómo era mi vida antes y cómo es ahora. Me lo han quitado todo (salvo la capacidad de escribir a Dios gracias) y sí, estoy jodidamente obsesionado con volarle la tapa de los sesos a Zetaparo, pero es lo que tiene que te jodan de tal manera, que te vuelves un poco chiflado. Pero más jodido es lo de ellos que ya nacieron chiflados y no tienen ni tendrán remedio para semejante hijoputismo congénito.
Y no, mis queridos chupaculos palmeros progretas seguidores del caudillo loco zetamierdoso, ni soy un facha, ni un fascista, ni un machista, ni un xenófobo, ni ninguna zarandaja de esas que siempre soltáis por vuestra puta bocaza cuando no os asiste la razón y no sabéis más que insultar. Seguramente soy bastante más de izquierdas que cualquiera de vosotros, jodidos memos, pero de izquierdas de verdad y no de la pseudo-izmierda pijoprogreta feminazi perturbada que desgobierna y controla este país. Vosotros ni sois de izquierdas ni nada similar, sólo sois basura, estiércol, mierda, tarados mentales que disfrutáis jodiendo la vida de los demás por los designios locos de unos completos inútiles y anormales que se han sentado en la poltrona de este país para chupar del bote y dar por culo a toda la agilipollada ciudadanía. Me cago en la puta, se me ha caído la copa, pensar en estos hijos de puta me pone tan violento que ya voy a leches con el ordenador, el ratón y todo lo que tengo alrededor. Es que me pueden, coño. En fin, me voy a relajar y aunque sólo sea por unos minutos voy a disfrutar del aniversario y de paso a ponerme otra copa a ver si me pongo piripi y no tengo que pensar en estos putos cabrones. Lo dicho amigos, feliz cumpleaños.