Y ahora me toca hablar del CIRCO en que unos comicios electorales se han convertido en este país, y me refiero a España, porque Cagaluña a día de hoy no es ningún país, ni lo ha sido nunca, y ya veremos si lo será, que me da que no. Un CIRCO es que salga un putero borracho rodeado de actrices porno diciendo chorradas por los medios, sin ningún programa electoral más que declarar una arbitraria e ilegal independencia, y que reciba cuatro escaños. Definitivamente estamos en un país de PAYASOS y como tal nos deben de tomar fuera de nuestras fronteras. Y ya sé que esto suena muy duro, pero viendo para lo que se utiliza la democracia, casi sería mejor que no la hubiera. No se puede conceder el voto a imbéciles tales como los que habitan en España. El ciudadano español es lelo, muerto de hambre, sin empleo y en la ruina, y dando su apoyo a los responsables de su situación o, en su defecto, a payasos vividores para ver si nos echamos una carcajadita de vez en cuando en lugar de afrontar una realidad muy dura y buscar la forma de salir del atolladero en que nos han metido. Y nada, el señor (o lo que sea) Laporta, crecido hasta la médula, se queda ayer tan pancho soltando a los cuatro vientos que pactará con el partido que declare la independencia. Y de paso la guerra, no te jode, aunque eso a decir verdad es lo que muchos estamos esperando ya hace bastante para ver si limpiamos España de una puta vez de hijos de mala madre como él.
Sobre el resto de partidos no me pronuncio, supongo que todo cabe dentro de lo esperado y dentro de una ideología u otra son respetables dentro del marco democrático. Bueno, ERC está en el límite, sobre todo cuando se acerca tanto a posturas pro-terroristas, pero el caso es que ya se ha llevado un buen varapalo a consecuencia de su desastrosa gestión en el tripartito. Dejaré las elecciones cagalanas y su análisis porque ni me van ni me vienen, al fin y al cabo ya se apañarán los cagalanes y los que allí viven con lo que votan o dejan de votar. Además, hoy tenemos el enésimo partido del siglo y algo habrá que hablar de él. Para abrir boca, ayer el autobús que llevaba al Real Madrid desde el aeropuerto hasta su hotel de concentración ya fue apedreado por los mismos hijos de puta de siempre. La afición del Barcelona está compuesta por un número de excrementos humanos demasiado elevado, resentidos, violentos y perturbados, que siempre montan las mismas. Celebraciones quemando media ciudad, hostias por doquier y respeto mínimo hacia los que no piensan como ellos. Cómo me gustaría poder hablar mañana solamente de fútbol, del partido en sí, de goles, faltas, jugadas, regates y demás, y no del objeto que le caiga a alguien en la cabeza o de los aficionados culés detenidos que habrá tras la victoria o derrota (porque a esta gentuza le da igual) de su equipo. Por desgracia es lo que hay.