No tan sonado, pero también largamente recordado (al menos por mí) fue el desplante que le metió al primer ministro polaco. Allí se quedó el hombre de brazos cruzados esperando en el aeropuerto a un puto VAGO al que no le salió de los cojones acudir a la cita. Y lo mejor de todo es que el muy miserable hijo de la gran perra decía que tenía razones de peso para no ir. Estaba cansado. Manda cojones. Mejor quedarse en casa durmiendo que ir a una cita presidencial. Oiga, pues si lo que quiere es dormir a pierna suelta hasta las dos del mediodía y pasarse la agenda por el forro de los cojones, podría dejar su puesto a una persona con más ganas de trabajar y de paso más competente que usted, que para eso mucho tampoco hace falta. Y se queda tan pancho el andoba, no va a una reunión de estado porque quiere dormir. Y aún habrá gilipollas profundos que justificarán este tipo de comportamientos propios de un perturbado de psiquiátrico. El muy hijo de puta quiere ser presidente y mandar pero sin trabajar. Eso sí, para sacar leyes chifladas de mierda, para eso sí que tiene el tiempo el cabrón. No te jode.
Bueno, lo último ya sabemos de qué va. Ahora se la hace al Papa. No, si ya tenemos claro que este malnacido es un pseudo-ateo hipócrita de mierda que se va a rezar con el medionegro y en España se dedica a joder e insultar a la Iglesia todo lo que puede y más. Pero mira, Benedicto XVI no es sólo el jefe del catolicismo, del cual se declaran seguidores el 70% de los ciudadanos de España, resulta que también es un jefe de estado como lo pueden ser su coleguita el mediomoreno, el gorila venezolano o cualquiera de esas escorias humanas que tanto le molan a este payaso integral. Y el muy mamón coge y se va de excursión por Afganistán con la Pepis y la Trini, insultando y riéndose de nuestras tropas a las que tiene abandonadas a su suerte y a las que sólo quiere para hacerse la foto con su puta sonrisa de baboso retrasado mental. Y ahora al final dice el menda que sí, que igual el último día se encuentra con el Papa para saludarle y demás. ¿Pero esto qué coño es? ¿Se cree que es un colega suyo de ir a jugar a los bolos? ¿Para saludarle? Pues dale dos palmaditas en la espalda, tarado de mierda, jodevidas asesino cabrón, que a lo mejor al día siguiente va alguien y te pega a ti diez cuchilladas en la espalda. Que ya va siendo hora, hijo de puta.