Alberto Contador ha arrasado desde el primer día. Corriendo en situaciones normales, la diferencia con el segundo hubiera sido de más de diez minutos. Pero el de Pinto corría sin equipo, e incluso por momentos con el que supuestamente era su equipo volviéndose contra él. Personalmente la imagen que peor me sentó fue la de un Contador obligado a parar en un ataque demoledor que hubiera abierto escandalosos márgenes de tiempo simplemente por el hecho de que Kloden (perdido en la sexta posición final) no podía seguir el ritmo de los hermanos luxemburgueses Schleck. Amor se paga con amor, por muy caballero que Alberto quiera ser, y en aquel momento Astana se merecía lo que tenía, el hundimiento del alemán que un poco más y le limpia la bici con la lengua todos los días a Armstrong y al texano jugándose el pódium con la revelación del Tour, el británico Wiggins. Junto al inglés, otro hombre me ha causado muy buenas sensaciones e intuyo va a ser uno de los grandes del ciclismo en fechas venideras, el italiano Nibali, el mejor bajador a día de hoy del pelotón internacional y escalador por pulir pero con muchísimo pundonor. No hay que quitarle mérito en lo deportivo a Armstrong, ser tercero en el Tour después de tres años sin competir y tras el desastroso inicio de temporada, es espectacular, pero siento mucho decir que como persona el de los testículos biónicos es una mierda pinchada en un palo.
Hablemos de los españoles, que han estado más que brillantes en este Tour. Contador ha ganado, y de qué manera, pero no nos olvidemos de las etapas de Luisle, Astarloza y especialmente la de Gárate en Mont Ventoux, junto a las del propio Alberto. Hacía tiempo que no se veía tanta actividad española en el Tour, a pesar de las victorias finales de los cuatro últimos años. Y hablando de esto no voy a dejar de comentar la decepción de Carlos Sastre, algunos no acabamos de entender cómo pudo ganar el año pasado, quizá porque el Tour 2008 no tuvo favoritos claros, quizá porque asistíamos a un cambio generacional sin relevo claro, quizá porque por una decisión absurda no se dejó correr a Contador. El caso es que la edad le ha pasado factura al bueno de Carlos, aunque no ha sido el único, ¿dónde está Evans? Se compara mucho ahora a Contador con Induráin, es pronto, sin duda, aparte de que son dos estilos muy diferentes de corredor. Miguel lo tenía todo bajo control, estrategia, equipo, rompía contra el crono y subiendo simplemente iba a la "marcheta". Alberto es espectáculo puro, va fantástico contrarreloj pero lo que le gusta es destrozar a sus rivales en la montaña, sin estrategia predeterminada, simplemente atacando, le da igual tener equipo que no. ¿Cuántos tours ganará? Para llegar a los números de Induráin o Armstrong no sólo hay que ser el mejor, también hay que tener mucha suerte. De eso dependerá que Contador llegue a ser el mejor ciclista español de la historia o no.