martes, 21 de julio de 2009

El abuelo subnormal en Gibraltar

Aunque en muchas materias no son santo de mi devoción, de vez en cuando al PP le da por hacer cosas lógicas y con principios. La verdad es que esta semana han estado muy en su sitio y no me voy a cortar lo más mínimo en felicitarles. Si hace bien poco, daba yo un tirón de orejas a los diferentes partidos políticos por no mover ni un dedo ante las injusticias evidentes de la justicia española, concretamente con los últimos casos acontecidos donde vemos que la ley del menor es una puta mierda pinchada en un palo, pues los Populares han decidido dar ese paso que muchos ciudadanos esperábamos ansiosamente. Es así como están trabajando para presentar una serie de reformas al respecto de esta ley, que imagino será acogida con los brazos abiertos por todas las personas de bien. Es evidente que en este grupo no podemos englobar a los jodevidas nazisociatas, que a través del travelo Pajín ya han dicho que, bueno, se dialogará al respecto, pero con la boca pequeña y sin demasiadas intenciones de hacer caso a su eterno rival político. Nada, aunque sea para mejorar algo, el caso es llevar la contraria, dar por saco, seguir con sus cacicadas de siempre y demostrar que son burros, inútiles, tiranos intolerantes y auténticos hijos de la gran puta.

Otra enérgica protesta del PP esta semana ha venido ante la visita del abuelo subnormal a Gibraltar. Todo mi apoyo también a esta queja, y especialmente me ha gustado escuchar a De Cospedal diciendo sin tapujos ni vergüenzas, muy al contrario de lo que hacen los destrozavidas monclovitas, que "Gibraltar es español". Pues sí, con dos cojones, y al que le moleste que se joda. Lo peor de esta visita es que el Desatinos de los cojones va allí como ministro de exteriores de una "nación vecina". Y por supuesto a hablar de las mil y una gilipolleces pero nada de buscar un arreglo al desaguisado de la soberanía del peñón. No es la primera vez que el vejete tontolculo la monta con respecto a Gibraltar. Hace unos cinco años, y nada más llegar el cáncer ZP a su poltrona manchada de sangre, este subministro retrasado ya firmó unas medidas para que a partir de ese momento todo acuerdo para tratar asuntos del peñón tendría tres votos, el británico, el español y el gibraltareño, renunciando así prácticamente a cualquier tipo de ansia soberanística sobre un territorio por el que los españoles llevamos luchando casi trescientos años. Pero a Zetaparo y al abuelo tonto eso les da igual, ellos son los megailuminados del universo que piensan hacer historia por sus soberanas chorradas y animaladas, y tanto que la están haciendo, y bien negra.

No, llamar a Moratinos subnormal no es ningún insulto, ni una falta de respeto para las personas con algún tipo de deficiencia cognitiva. En absoluto. Yo no voy a ser tan mezquino como los capullos nazisociatas que se reían de Rajoy por ir a visitar a unos chavales con síndrome de down, ridiculizando tanto al líder del PP como a los chicos. Subnormal significa, literalmente, por debajo de lo normal. Está claro que el nivel intelectual de Desatinos está muy por debajo de lo normal, su cociente intelectual es inferior al de la media de la población y en muchas ocasiones sus movimientos, gestos y forma de hablar se asemejan mucho al de personas que padecen síndrome de down o incluso retrasos mentales sumamente profundos. Es por esto que no me salga ningún progreta gilipollas de estos que no tienen respeto ni por nada ni por nadie ahora diciéndome que yo insulto a tal o cual. No, miren, oigan, ustedes son los que insultan a toda España poniendo a un idiota, retrasado, imbécil o subnormal, llámenlo como quieran, a regir los destinos de nuestro país en el exterior. Y lo peor no es eso, porque estoy seguro que cualquier chaval con retraso mental lo haría mejor que el abuelo adefésico, es que encima de las veinte mil burradas que ha hecho porque la sesera no le llega a más, parece que todos tenemos que estar totalmente orgullosos de un personaje tan inútil y pernicioso para nuestro país. De verdad que esto del PSOE del siglo XXI es ya para suicidarse, pero QUÉ ASCO, joder.
 
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