Hoy llegaba a mi correo electrónico el siguiente enlace a una noticia de esas que sólo se pueden producir en un país dirigido por gilipollas integristas perturbados. Si pincháis, sólo con leer el titular ya la náusea puede empezar a surtir efecto en vosotros, de todas formas, y como soy un grandísimo cabrón, la voy a comentar un poquito para que todos nos pongamos a tono con el asuntillo. El Subministerio de Cultura ya directamente se quita la careta y suelta a los cuatro vientos que la producción cinematográfica en España tendrá una discriminación positiva en favor de las mujeres. Y se quedan tan panchos mientras vulneran por las buenas un principio básico de nuestra Constitución, el de la igualdad. ¿Qué más da? Si en este país ya la democracia y la igualdad hace un tiempo que nos la pasamos por el dintel. Que se jodan los hombres, y a ser posible que los entaleguen por pretender hacer lo mismo que las mujeres, venga, a por ellos, que encima callan y se dejan hacer en este puto país de zombies agilipollados. Al fin y al cabo esta noticia no es sino una excusa más para dar pasta por la cara a cuatro zorras progretas, básicamente porque el cine español no le interesa a nadie y sólo existe para sacar subvenciones por el jeto y endiosar a bazofias humanas tipo Almodóvar. Meteos vuestro cine y vuestra discriminación positiva por el puto culo, nazisociatas de mierda.
A todo esto, y mientras yo escribo este post completamente encolerizado y hasta los cojones de este país que se ha ido totalmente a tomar por culo en los últimos cinco años, el memo monclovita se vuelve a erigir en salvador supremo dentro de su iluminada divinidad que sobrepasa fronteras y galaxias. El muy imbécil toma la palabra en esa farsa que ha venido a ser la cumbre contra la falacia progre del cambio climático y no se le ocurre otra mierda que proponer sandeces irrealizables para intentar empobrecer a todos los países desarrollados de la misma manera que ha hecho ya con España. Y es que las caras del resto de mandatarios eran para retratarlas, partiéndose la caja, hablando entre ellos y pasando de semejante subnormal, e incluso abandonando la sala mientras el vengador justiciero continuaba con sus memeces e imbecilidades. Un hijo de puta que, mucho abogar por dar pasta a los más pobres, pero él bien que se lleva a toda su familia a la cumbre en plan vacaciones pagadas porque le sale de los cojones. Oiga, señor subpresidente, ¿sus hijas no tienen que ir al colegio que se las lleva de parranda a escuchar sus supremas imbecilidades o qué? ¿O es que pretende que sean como usted, unas inútiles sin estudios ni preparación y con más mierda en las neuronas que una enxurradora a pleno rendimiento? Gilipollas.