Y aquí empieza el festival que ha llevado a que hoy comenzara un juicio que no está nada claro cuando acabará. Parece ser que todo empezó por una discusión casera que, por arte y gracia del actual ejecutivo perturbado, ya puede ser considerada como "violencia machista". Y ahí estaba la señora declarando con toda su cara bien dura como su marido la cogió, la estampó contra una puerta y le dio dos bofetadas. Y ahí estaba el señor declarando que su parienta le cogió por los huevos y le intentó clavar un cuchillo en la pierna. Sinceramente no me creo ni a la una ni al otro, mentiras por doquier para intentar liquidar un matrimonio sacando beneficios de toda índole e intentando hacer el mayor daño posible al cónyuge respectivo. Pero con estas maravillas nos topamos cuando una pandilla de locos enfermizos se dedican a crear su subministerio de desigualdad y sus leyes feministas de mierda para entalegar a hombres por las buenas y sin prueba alguna. Para rematar me quedo con las peticiones del fiscal, nueve meses de prisión y retirada del cargo de juez para él y siete meses de prisión para ella. ¡Eso es igualdad, sí señor!
Pero los jueces barceloneses hoy han tenido bastante más trabajo aparte del patético espectáculo que acabo de comentar. Esta mañana comenzaba el faraónico juicio contra los responsables de Hacienda por un megadesfalco, que contaba entre los acusados a personajes tan conocidos y corruptos como el empresario De La Rosa, el ex-presidente del FC Barcelona José Luis Núñez, o ese sociata chorizo al que no quieren ver ni en su propia casa llamado José Borrell. Curiosamente este escándalo de choriceo masivo que seguramente derivará en un juicio de esos que duran más de un año, apenas si ha aparecido en algún medio de comunicación, perdido por entre noticias estúpidas y sin interés de ninguna índole. A estos hijos de puta nazisociatas se les llena la boca con casos Gürteles, regalos de trajes y chorradas supinas que le importan a su puta madre, pero cuando les toca a ellos dar la cara por chorizos, incompetentes, inútiles y despojos humanos, bien que se esconden, asquerosos hipócritas fariseos de los cojones. No tienen ni humanidad ni principios morales, son basura, y para confirmarlo, no hay más que ver la cara de cínica hija de puta que nos ofrecía hoy el travelo Pajín en todas y cada una de las cadenas de váter de este país. Es para calzarse unas botas con punta de acero y jugar al fútbol con su cabeza, ¡basura infecta!