lunes, 2 de junio de 2008

TVE de vergüenza

Ya sé que esto no es ni mucho menos nuevo. Es más, como muchos de mis habituales lectores saben, no es el primer post en el que me refiero directamente y en particular a la televisión pública más manipulada de la historia de este país. Sí, amigos, es que ni con Franco. Pero lo peor, aparte de ese dedismo patético, la censura, la manipulación y el hacer la cama al actual desgobierno de forma inenarrable, es que Televisión Española se ha llenado de incompetentes, inútiles y burros hasta la bandera. Vamos, lo mismo que el ejecutivo del nazi pucelano, si es que al fin y al cabo los descerebrados que están al mando de este país en estos momentos son auténticos ineptos. Ya no nos debería de sorprender.

Año tras año no me canso de meter unos palos soberanos a TVE cuando llega el mes de mayo por la no retransmisión de uno de los eventos deportivos más importantes del año. El Giro de Italia a muchos les puede sonar a chino, sobre todo tras la forma de ignorarlo por parte de todos los medios en los últimos tiempos, pero en los años 90, en que tanto la cadena pública como las privadas se pegaban por obtener los derechos para su emisión, la cantidad de gente que seguía esta prueba por la pequeña pantalla era similar a la audiencia de los tours de Indurain, e incluso superior a una más que denostada Vuelta a España. Pero esto a nuestro actual desgobierno de anormales y a los responsables de la cadena (de báter) de todos los españoles les suda la polla completamente. Es más importante hacer programitas para enseñarnos la forma de cagar de Chikilimierdas o poner interminables y aburridos partidos de tenis que no ven ni los familiares de los tenistas.

Lo más grave de todo esto es que no es un tema económico, es pura y simple desidia, o hasta puede que ganas de joder por joder. No es explicable si no, que cuando un ciclista español llega a la última semana entre los tres primeros de la general, de pronto todos estos mamones de las redacciones de deportes se empiecen a llenar la boca con las "gestas" de fulanito o menganito que hasta ese momento eran "fracasados", "drogadictos" o cualquier otra lindeza que se les ocurra largar. Entonces, y como por arte de magia, La2 nos empieza a poner los finales de etapa en el espacio de tiempo que antes ocupaba un reportaje sobre una tribu de zulús que pescan con la boca o el maravilloso mundo de la nutria tropical. Esto nos indica que realmente se tenían los derechos de retransmisión y que simple y llanamente no se había querido realizar la susodicha conexión televisiva. Así de retrasados son. Y esto ya nos sucedió con Osa, con Gutiérrez, y ahora con Contador. Con la diferencia de que esta vez el madrileño se ha llevado el Giro a casa y ha dejado a todos estos capullos de responsables de deportes con los cojones metidos por el culo y con las vergüenzas al descubierto. Por cierto, ¿quién habrá sido el responsable de que no hayamos podido escuchar el himno de España en Milán con Contador en lo más alto del pódium? Misteriosamente, cuando se iba a interpretar el himno español y a levantar la bandera hasta lo más alto, pum, se cortó la conexión.

La persecución mediática que ha sufrido el ciclismo en los últimos años es realmente de vergüenza, y lo peor de todo es que ha sido instigada y apoyada desde muchos medios de comunicación. Y lo más de lo más es la asquerosa y deleznable actuación de nuestro desgobierno al respecto. Escondiendo la mano, retirando cualquier tipo de ayuda a equipos y ciclistas, y dando una muestra más de lo cerdos, mafiosos e hijos de perra que son. Según está gentuza, todos los ciclistas son todos unos drogadictos, pero cuando salen informaciones sobre las extrañas sustancias que el doctor Candel les hacía meterse a los futbolistas del Valencia, o sobre los chutes en el fútbol italiano, esto o no interesa a nadie o se trata como una información completamente fraudulenta. Es lo de menos. Todos sabemos quién es quién y a qué personas señalar sin reparos a la hora de emplear la palabra "drogadicto".

Por supuesto me gustaría lanzar un alegato en favor de los grandes profesionales especializados en ciclismo, aunque formen parte de la maloliente plantilla de TVE. Especial reconocimiento merecen dos personas como la copa de un pino, que han demostrado veinte mil veces y sin ningún tipo de pudor su amor por este deporte y lo han defendido a capa y espada poniendo incluso en muchas ocasiones en juego su propio trabajo. Me refiero a Pedro Delgado y Carlos De Andrés, muy mediáticos y conocidos por sus entregadas y pasionales retransmisiones ciclistas. Y con ellos, por supuesto, a todo su equipo. Por esta gente, por los ciclistas, y por todo lo que conlleva este maravilloso deporte, sí que merece la pena ver este tipo de competiciones. Por Televisión Española, sus responsables y el desgobierno, lo único que apetece es meter un palo por el culo del malparido de Zapatero, y después de que se haya quedado bien empalado, llevar al lameculos Milá a que transmita el evento en directo y para toda España, que seguro que le gusta.
 
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