Llego por fin a la puerta del colegio y veo a dos ancianos leyendo las listas, los primeros españoles del día, manda cojones. Entro y sólo veo a la peña que está en las mesas, a la gente parece que ya se la suda votar, aunque es normal, siendo unas elecciones europeas y viendo lo que pintamos en Europa desde que el memo integral nos desgobierna, casi que da igual quien gane. Empiezo a hacer acopio de papeletas, ya se sabe que el voto es secreto, así que tengo por costumbre pillar cuatro o cinco para despistar a mirones y después meter la que más me interese en el sobre. Eso sí, que no me confundan con un puto nazisociata hijo de puta, yo sólo pillo papeletas con cojones, Alternativa Española, Falange Española y de las JONS, Falange Auténtica, Frente Nacional y Democracia Nacional. De pronto, y tras hacer esta bella recolecta, me oigo por detrás un "qué asco", que intuyo va dedicado a mí porque no hay nadie más en la zona. Me giro y me veo mirándome con cara de amargada a la típica progreta con el pelo rojo y las lupas de pasta de colorines, encima vieja y gorda. Miro su identificación y, ¡premio!, "Interventor PSOE", si es que no falla, siempre con las mismas pintas. Paso de responder a su comentario, aunque ganas de liarme a hostias no me faltan, sobre todo tras comprobar que no hay ningún policía en el colegio. Pero hoy no me apetece, simplemente paso de largo por delante de ella mientras susurro de forma perfectamente audible "paro, paro, paro, paro, paro, paro..."
Una vez más demostrando su tolerancia democrática estos pájaros. Lo cierto es que por ese comentario podría hasta denunciarla, pero insisto, es que hoy no me apetece lío, ya tengo el estómago bastante revuelto con lo que he visto por la calle de camino aquí. Me acerco a la mesa, donde los tipos que allí se encuentran parece que han visto la escenita. Intuyo que quieren interrogarme con la mirada para ver qué ha pasado con la nazisociata, así que no les voy a dejar con la mierda en la boca y suelto en voz alta "aquí se ve que hay algún antidemócrata que no tolera que le vote a Alternativa Española". Vaya, se me escapó, ya no hay voto secreto, pero en cualquier caso el que no quiera oír que se tape los oídos o que se joda. Uno de los pájaros de la mesa, me da que bastante pepero por su sonrisilla y aspecto, me espeta "joder, chaval, tú sí que vas fuerte". A lo que respondo "pues sí, es que ya estamos hasta los cojones de maricomplejines, antiespañoles, etarras, sudakas, paro y demás mierdas creadas por estos tarados mentales". La progreta ya ha desaparecido de allí, se ve que no es capaz de compartir techo con alguien tan "asqueroso" como yo. Me parece muy bien, la verdad es que ahora el colegio casi que hasta huele mejor. En el camino de vuelta a casa la misma historia, negros, sudakas y moracos de mierda. ¡QUÉ ASCO!