miércoles, 26 de noviembre de 2008

Rutas vikingas en el Atlántico Norte

En el siglo IX los vikingos se instalan en las Islas Órcadas, Hébridas y Shetland, Escocia, las Islas Feroe e Islandia. Esta isla volcánica alcanza la superpoblación con 30000 habitantes dedicados principalmente a la cría de ovejas. La forzosa emigración se ve alentada por sus tradiciones orales, que animan a partir hacia tierras lejanas sin miedo a lo desconocido.

861 d.C. Los vikingos descubren Islandia. El hallazgo se atribuye al marino noruego Haddod. Al parecer los únicos habitantes de la isla en ese momento son unos monjes irlandeses. Tras vanos esfuerzos de convivencia durante varios años, finalmente los religiosos deciden regresar a su tierra. En el año 874, Ingolfur Arnarson funda una colonia permanente.
.
870 d.C. Un vikingo llamado Ottar navegó hacia el Norte en el año 870, al parecer sólo para satisfacer su curiosidad. Pretendía comprobar cuán lejos se podía llegar en dirección norte encontrando tierra, y si ésta estaba habitada. Rodeó con éxito el extremo septentrional de la Península escandinava (cabo Norte, norte de Noruega) y, tomando rumbo este, acabo penetrando en el mar Blanco. Cuando costeó el cabo Norte, Ottar se hallaba a algo más de 200 km por encima del Circulo Polar Artico.

981 d.C. Erik el Rojo descubre Groenlandia. Este rico colono noruego fue desterrado de Islandia por homicidio y emprende un viaje de exploración hacia una tierra mencionada por marinos y poetas. Se decía que un comerciante llamado Gunnbjorn Ulf-Krakason arrastrado por las tormentas había avistado unos islotes y una vasta tierra por detrás de ellos. En su drakkar de 32 metros de largo recorrió hacia el oeste unos 320 kilómetros hasta encontrar la costa este de Groenlandia, a la que no pudo acercarse por la banquisa. Las corrientes lo arrastraron hacia el cabo Farewell, al sur de la isla. Pasan en la zona dos inviernos y exploran cada fiordo entusiasmados al contemplar cascadas, pastos, bosques y más horas de luz de las que tenía Islandia.

985 d.C. Segunda expedición de Erik el Rojo. Veinticinco drakkar cargados de colonos islandeses, emprenden el viaje a Groenlandia o "tierra verde". Viajaron familias enteras con sus animales, semillas, hierro y maderas. Sólo cuatrocientas personas a bordo de catorce barcos llegaron a destino. Se establecieron dos colonias en la costa oeste que llegaron a tener 5000 y 1400 colonos. Encontraron viviendas y embarcaciones abandonadas por los esquimales cuando tuvieron que emigrar por la escasez de focas y caribúes. Entre 1360 y 1400 el clima empezó a enfriarse y las colonias desaparecieron.

1000 d.C. Leif Erikson, hijo de Eric el Rojo, junto a 35 hombres en una sola embarcación, emprendió una expedición a unas tierras al oeste de Groenlandia, sobre las que había oído de boca de un comerciante llamado Bjarni Hergolfsson que las había visto pero no había podido desembarcar en el año 985 ó 986. La primera tierra que encontraron fue la gran Isla de Baffin, a la cual llamaron Helluland o tierra de la piedra lisa. Al no gustarles este desolado paraje siguieron rumbo al sur y, tras algunas semanas de navegación, hallaron una tierra cubierta de bosques, y desembarcaron en una hermosa playa, con toda probabilidad aquellas tierras eran la península del Labrador, a la que ellos denominaron Marklandia. Siguiendo al sur, la expedición encontró una nueva tierra en la cual se adentraron teniendo contactos tanto cruentos como pacíficos con sus pobladores a los que llamaron skraellings (despectivo de enanos en nórdico), en esta tierra abundaban las verdes praderas, ríos salmoneros e incluso viñedos, por lo que decidieron llamarla Vinlandia, la actual Terranova. En esta última tierra la expedición levanta las Casas de Leif (Leifbudir). A su vuelta, Thorvald Eriksson (otro hijo de Erik el Rojo) cree que el país no ha sido suficientemente explorado, y marcha hacia Vinlandia con instrucciones de su hermano, en la misma nave del viaje anterior. Explora el país y da el nombre de Cabo de Quilla a uno situado al noroeste de las Casas de Leif. Tiene contacto con indígenas, y después de que mataran a unos cuantos que presentaban rechazo a los recién llegados, empiezan las hostilidades en las cuales muere Thorvald de un flechazo. Sus compañeros regresan con su carga de madera y uvas a Groenlandia. Más tarde Thorstein Eriksson (otro hijo de Erik el rojo) quiere llegar a Vinlandia para recoger el cadáver de su hermano, pero se pasa todo el verano a merced del viento y las tormentas, y acaba en Lysufjord, la otra colonia de Groenlandia donde muere gran parte de la tripulación, incluido Thorstein, a causa de una epidemia. Se salva Gudrid, la esposa de Thorstein, que se casaría luego con Thorfinn Karlsefni.

1010 d.C. En estos años el vikingo Thorfinn Karlsefni, de Islandia, y Gudrid, la viuda de Thorvald Eriksson dirigieron desde Groenlandia una expedición, que incluyó sesenta hombres y algunas cabezas de ganado, para explorar las costas de Vinlandia y establecer una colonia. Pasaron dos años en la zona de las Casas de Leif, pero la hostilidad de los indígenas les obligo a renunciar a la empresa. Mas tarde saldría una expedición al mando de Freydis, hija de Erik el Rojo, con dos naves, una suya y otra de los comerciantes Helgi y Finnbogi. Arriban a las Casas de Leif, donde empiezan las hostilidades entre las dos naves, ya que Freydis no permite que los otros expedicionarios se queden en las casas que su hermano Leif habia fundado años antes, y Helgi, Finnbogi y sus hombres deben construir nuevas casas. Después de pasar el invierno en aquel lugar, Freydis hace matar a los comerciantes y a todos sus hombres mientras dormían. Tras la masacre retorna a Groenlandia con la embarcación de los comerciantes, de mayor tamaño, cargada de madera y vides.

1194 d.C. Los vikingos de Islandia descubrieron, al parecer, unas islas a las que llamaron Svalbard (costa fría), quizá mejor conocidas para los no escandinavos como Spitzbergen (picos montañosos). Se hallan a unos 1500 km al norte de Islandia y a unos 800 del extremo septentrional de Noruega.

1398 d.C. El príncipe escocés Enrique St. Clair habría llegado a América al frente de una expedición formada por doce barcos y seiscientos hombres. Así lo afirman unos dibujos de vegetación de tipo americana, y la existencia de un manuscrito que perteneció a uno de los participantes de ese viaje. Además, el relato hace suponer que la expedición habría llegado a América.
 
Clicky Web Analytics