Otra de sus enfermizas obsesiones, denunciable, por cierto, aunque al final seguro que cambian la ley para poder hacer todo tipo de putas guarradas y depravaciones, son los menores. Como bien podemos leer en este artículo del blog amigo Iskander, estos tipos están realmente enfermos, de sanatorio. Haciendo encuestas a niños de catorce años, preguntándoles si han practicado sexo anal, cómo se masturban o dónde follan. Esto es repugnante, coño, y que tengamos que aguantar a esta pandilla de hijos de perra perturbados desgobernando nuestra nación y que nadie ni siquiera levante un dedo contra tanta chaladura mental. Seguro que los muy hijos de puta después se pajean como monos leyendo las putas encuestas pensando en cómo el crío rellenaba los cuadritos con su lapicero. Auténticos cerdos aberrantes, como las feminazis antihombres que luego se meten en la cama con cuatro moros que les petan el ojete hasta dejárselo como un contenedor de basura como muestra de la alianza de mierdalizaciones. Esta gentuza es el vicio y la enfermedad personificados, desequilibrados mentales que en cualquier otro rincón del orbe estarían como poco encerrados en un psiquiátrico, y en algún de otro país de esos que tanto les gustan, seguramente lapidados o ahorcados.
Sin embargo esto es España, la España de los zombies, anormales y la pseudo-tolerancia. Donde tenemos un aberrante 20% de desempleo y a todo dios se la sopla. Donde los sindicatos quieren organizar una manifestación en favor de la política socio-laboral del desgobierno y hasta hay quien les aplaude. Donde día tras día el dictador hijo de puta que nos ha tocado en desgracia se cachondea en nuestras propias narices malgastando nuestro propio dinero y no pasa nada de nada. No sé qué cojones hemos hecho para merecer un país con una ciudadanía tan alelada, de verdad que esto es un caso único en el mundo, la subnormalidad profunda del populacho español es ya vergonzante, sufriendo una invasión migratoria como nunca antes ningún otro lugar del planeta ha visto y encima dándole el visto bueno, con una inseguridad ciudadana que supera el clímax de lo inaguantable y todavía jugándonos la vida a diario saliendo a la calle como si no fuera con nosotros. Y para rematar la faena ponemos en la poltrona a toda esta pandilla de enfermos mentales, perturbados y maricomplejines que disfrutan haciéndonos la vida imposible y destrozando nuestra existencia. De verdad, yo lo de España no lo entiendo, que alguien me explique qué coño hemos hecho para merecer esto.