miércoles, 21 de abril de 2010

Más sobre Garzón, el trapo y el Barcelona

Muchas veces hemos llegado a la conclusión de que los militantes, simpatizantes y votantes nazisociatas son mala gente, malas personas, de una maldad innata, vamos, unos soberanos hijos de la gran puta. Oigan, que sí, que puede sonar todo lo duro que quieran pero es así. Las personas normales tenemos hobbies de toda índole, el deporte, la pesca, la música, el cine... estos malnacidos tienen por principal afición JODER las vidas de los demás. Sólo con eso parecen divertirse, reírse y llegar al éxtasis de la satisfacción. Paro, pobreza, miseria, falsas denuncias, persecuciones judiciales, todo con tal de joder a sus semejantes (o no tan semejantes, desde luego). Otra que les encanta es defender a criminales y delincuentes, bien asesinos genocidas como Santiago Carrillo o bien prevaricadores sinvergüenzas como Baltasar Garzón. Les diría yo a todos estos progretas con el cerebro a medio hacer que se anden con ojo sobre a quién defienden. El hecho de proteger y dar apoyo a un delincuente es también constitutivo de delito, así que hacéoslo mirar, majos, que igual después de meter un tiempo en chirona a vuestro Garzonito justiciero, hay que ir a por todos aquellos que abierta y públicamente han decidido defender a semejante sanguijuela.

Cambiando de tema, y echando un ojo a la actualidad de los últimos días, nos encontramos con los seguidores del mofeta pederasta (te tomo prestada la definición, amigo Iskander) montando líos en Pozuelo porque a una cría de 12 años no se le deja entrar en el cole con el trapo en la cabeza. ¿Estos de qué coño van? No voy a decir mucho más de lo que se ha dicho ya al respecto desde medios, blogs y ciudadanía en general. Pero es lo de siempre, si quieren trapos que se vayan a sus países, donde la "tolerancia" que ellos piden hacia sus mierdas religiosas se convierte en caza y captura a todos aquellos que no profesen su religión. Bien, yo querría hablar del tema desde otro ángulo, la contradicción de un desgobierno de imbéciles integrales que no tiene ni rumbo ni destino. ¿Dónde coño están ahora las feminazis de Aído? Oigan, que esto del trapo es un símbolo de sumisión de la mujer al hombre y del maltrato machista. ¿Ahora no? ¿Qué pasa, que si lo hacen los moracos está bien? ¿Hasta ese punto llega su hipocresía y absoluta perturbación mental? Estos mismos nazisociatas que están absolutamente obsesionados con el machismo y con el laicismo en las escuelas y la sociedad, doblando las rodillas y chupando el culo a los moracos porque deben de ser los más laicos y feministas del planeta. Anda que... ¡MANDA HUEVOS!

Con toda la que está cayendo en España, cualquier otro tipo de circo nos la tendría que sudar bastante, y me quisiera referir al idiotizamiento permanente del populacho gracias al fútbol, el cual ya tenemos a diario en nuestras pantallas. Mejor hablar de eso que del paro, ¿verdad Zetamierdas? Oye, pues venga, te voy a seguir el juego por una vez y voy a hablar de fútbol durante unos renglones, ¿o es que hoy no quieres? Ah, coño, ha perdido el Barcelona, el equipo del régimen, del subpresidente anormal, de los radicales, de los antitodo. Pues me la sopla el fútbol a los cuatro vientos, ¿pero sabes qué? Que se joda el Barcelona. Un equipo que se aísla a sí mismo por las ansias de no se sabe muy bien qué de su perturbado máximo dirigente, que hace del deporte una función política, que se radicaliza hasta el punto de desear la muerte a quienes no comparten sus colores y que, para más inri, es la referencia del malnacido hijo de puta dictador iluminado que desgobierna España desde hace seis años, QUE SE VAYA A TOMAR POR EL CULO. Y mañana que vuelva a ganar y que le vuelvan a chupar los cojones y rendir pleitesía, yo con apagar la tele, suficiente.
 
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