martes, 6 de abril de 2010

Velocidad, Sopena y Aído

Esta mañana me han dejado un coche y me he ido con él a dar una vuelta. El mío lo he vendido por el sano arte zapateril de dejar a la gente sin un duro y tener que sacar para comer de cualquier sitio. Necesitaba comprobar si aún recordaba cómo se manejaba un artefacto de esta índole y parece que sí, todavía soy bastante buen conductor. Pero las carreteras apestan, parecen una infinita caravana de vehículos zombies, un sol criminal cayendo sobre el asfalto y coches que no se mueven, que van en procesión todos al mismo son de una cantinela obligada. Los conductores ya no tienen cerebro, ha sido succionado, lavado o destrozado por la dictadura controlatodo del anormal hijo de mala madre Zetaparo el iluminado. Un auténtico peligro, sin duda, el tener que ir a 70 por una autovía de cuatro carriles porque si no haces lo que dice el gran dictador te roban hasta la camisa y te entalegan sin remisión. Y digo peligro porque la somnolencia que produce este tipo de conducción ya ha causado más de una muerte. No abogo porque la gente vaya a 240, pero con la red de carreteras tan estupenda (y no es coña, realmente es estupenda) que tenemos en España, velocidades de 140 ó 160 son bastante controlables. Mientras uno sepa conducir, claro, no me vale escoñarse yendo a 50 por hora porque te has sacado un permiso para llevar carros por la selva y aquí como somos tan guays te lo convalidamos.

Mientras conducía, una de las frases que me venía a la mente sin remisión era la lanzada hace unos días por el MISERABLE Enric Sopena sobre el padre de Mariluz, la tristemente famosa niña violada y asesinada por un pajarraco que debiera haber estado en el talego pero por las maravillas de esta dictatocracia bananera por ahí andaba haciendo el mal. "Mientras Cortés seguía militando en el PSOE, su respuesta al crimen de su hija fue admirable, pero ahora que asesora al PP su conducta pública parece asemejarse más a la de un mercenario que a la de un ciudadano de convicciones éticas que ha saltado de la izquierda a la derecha extrema sin ninguna justificación consistente". Bueno, a ver, este Sopena es un SOBERANO HIJO DE LA GRAN PUTA. No se puede entrar en una mayor bajeza moral y ser más DELEZNABLE y, repito, MISERABLE. O sea, que si a un tipo le violan y asesinan a su hija y es del PSOE, vamos a apoyarle, a mediatizar y condenar el crimen y blablabla, pero como ya no comparte la REPUGNANTE ideología de esta babosa canosa sin educación ni principios, pues entonces sí que se le puede hacer de todo, y si encima va por ahí quejándose se le insulta. Sopena, eres LA MIERDA MÁS GRANDE que existe en este país. Y mira que con Ramoncines, Zetaparos, Piolines y Aídos han puesto el listón bien alto, pero tú los superas a todos, maldito hijo de mala madre.

Y ya que ha salido el nombre de la subministra trifásica feminazi tarada, hablemos un poco de ella, que hoy me he despertado con sus hermosas declaraciones sonando en la radio. No tiene bastante, no para, nunca se sacia, esta hija de puta no se va a conformar con nada que no sea entalegar, asesinar, defenestrar y eliminar a todos los hombres de este país simplemente por el mero hecho de ser eso, hombres. La misma cantinela jodevidas de siempre, que ya cansa y da más que ASCO. Lo de siempre, que "lo importante es denunciar". No, oiga, no, que no es importante si realmente el tipo en cuestión ha cometido algún acto de maltrato o no, que da igual si se trata de una falsa denuncia o no, que todo es lo mismo, que le importa una gaita. Que LO IMPORTANTE ES DENUNCIAR, y si no hay nadie a quien hacerlo, pues nos lo inventamos, pillamos al vecino del cuarto, al profesor de inglés, al ex-novio más cercano, al que te pide fuego en el bar de la esquina o al primero que se te cruce en el semáforo. Mujeres, hay que DENUNCIAR, sí o sí, todos al talego, que tenemos polla y nos sentimos culpables por ello. Dios mío, sácame de este país, pero ya.
 
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