
Pero hoy no voy a hablar de tan siniestro personaje. Ayer se me coló por no sé muy bien dónde el nuevo single del ex-Duncan Dhu, sgaísta y cada vez más simpatizante nazisociata Mikel Erentxun. "Ángela" se llama la cancioncita de marras. La cara más dura que el hormigón armado, amigos, plagiando descaradamente, hasta el punto que incluso utiliza el mismo título de la canción original. "Angela", escrita por el cantautor valenciano José Ángel Pastor y grabada por el grupo The Nazarians en 2007 es el original, sin lugar a ningún género de dudas, en el cual este delincuente musical apellidado Erentxun ha basado su nueva cancioncita. Si bien musicalmente tiene algunas variaciones y diferencias, el tema de la letra es delictivo hasta límites insospechados. Copiando literalmente frases de la original, que simplemente traduce al español, puesto que la canción de The Nazarians está escrita en inglés. Con el agravante de tratarse de una de las canciones con más sentimiento de su compositor original, basada en hechos y personas reales. Pero eso al tal Erentxun se la suda, aquí el objetivo es ganar duros, y si puede ser robando a otros, mejor, que para eso estamos en España, el país de la caradura y la sinvergüencería total.
Curiosamente no es la primera vez que este pájaro ha realizado plagios descarados en su discografía. Leo por la red que Erentxun acaba de resolver una demanda de plagio de forma favorable, la enésima me imagino. Ahora me vienen a la mente descaros tales como "Grandes Éxitos" o "Tu Nombre En Los Labios", canciones donde se utilizaba la base musical de otros artistas y simplemente se le cambiaba la letra para que el descaro no fuera monumental. Yo creo que hay que estar muy acabado para llegar a estos extremos, fuera del tema de lo sinvergüenza que sea uno, porque si yo me dedico a esto de la música y no puedo componer, pues me voy, me retiro o me pongo a vivir del cuento (como tantos otros). Pero esto de plagiar de forma descarada para eternizarse es, aparte de mezquino, patético. Mejor sería que el tal Erentxun colgara la guitarra, que por cierto toca como el culo, y se fuera a practicar algunas otras de sus aficiones para el resto de sus días, romperse piernas esquiando o destrozarse el hígado detrás de la barra de algún bar. Aunque bien pensado, nos queda el consuelo de saber que este tipo de personajes están tan acabados y desaparecidos en combate que no le venden discos ni al vecino del primero. Qué gente más patética.