Un viejo amigo me comentaba hace unos días que andar por las calles de una ciudad española es ya como estar dentro de una película hollywoodiense de acción. Tiros, navajazos, droga, putas, violaciones, robos... Pero lo cierto es que ya no hace falta ni salir a la calle. La semana pasada un capo colombiano de la droga era asesinado en la habitación del hospital donde estaba ingresado. Eso, que ingrese en un hospital, que en la cárcel no merece estar, mejor entalegar a españoles que no han hecho nada que a un sudaka traficante. Y así pasa lo que pasa, un sicario deambulando tan tranquilo por los pasillos de uno de nuestros hospitales, entra en una habitación, y delante del compañero de estancia recién operado del corazón le meten cuatro balazos al puto sudakón. Esto es Madrid. Ayer una camarera está poniendo unas cervecitas en el bar donde trabaja y de pronto entra un moromierda cabrón y le dice "o eres mía o te mato", y el hijo de la puta madre que parió a Alá saca un cuchillo y le raja el cuello. Esto es Valencia. Hace unos meses un propietario de un concesionario de coches está tranquilamente trabajando como todos los días, llega un rumano loco de mierda y para robarle decide que lo mejor es pegarle dos tiros y mandarlo al otro barrio. Esto es la España de ZP. ¡Qué progre!
Y a los españolitos esto les importa una mierda. Claro, eso hasta que les toque a ellos, porque aquí nadie está a salvo, no, ni siquiera tú, progre de mierda. ¿Qué te crees que tus gafitas de pasta, tu pinta de marica sodomita asqueroso, tu barbita de tres días y tu pañuelo palestino te van a salvar del navajazo de un sudakón selvático? Seguid votando a ZP, seguid hablando de las putas mierdalizaciones, seguid jodiendo a todo el mundo con vuestra giliprogrepuertez de dejar entrar en España a toda la basura del planeta. Esto se ha convertido en la ley de la selva, aquí sólo se salva el que tiene la navaja más grande o la pistola más potente. ¿Que quiero robarte? Te mato. ¿Que quiero follarte? Te rajo. Oiga, que eso es ilegal. No mire, es que es mi cultura y como los progres han dicho que hay que respetarla yo puedo matar, rajar, robar y violar a quien me salga de los cojones. Y mientras todo esto acontece, ZP, la vicebicho, el Piolín y toda su puta pandilla de locos enfermizos, se dedican a llenarse la boca con la gilipollez de la violencia "machista", con pedir que el embajador israelí se marche de España y con insultar hasta lo tremebundo a todo aquel que, siendo una persona decente y normal, no comparte sus lunáticas ideas sobre las mil y una chorradas. Id a la mierda, putos locos.