jueves, 22 de enero de 2009

Medallas para monos violentos

Hay cosas que ya no sé si dan pena o risa, aunque me inclino por la pena, porque de verdad que esta extraña España del tarado mental ZP ha perdido totalmente el rumbo y no tiene visos de enderezarlo ni aunque nos pongamos todos a empujar desde el lado contrario. El daño hecho en menos de cinco años por toda esta pandilla de botarates esquizofrénicos ha sido tal que no creo que ya nunca jamás este país vuelva a ser lo que fue, pero ni de lejos. Al final va a resultar cierto eso que decían los nazisociatas de que la guerra de Irak nos iba a costar muy cara. Vaya si nos ha costado cara, ha aupado al poder a una pandilla de desalmados que se ha cargado la nación de cabo a rabo. Y con su táctica neonazi de la manipulación descarada y el lavado de cerebros vamos a tener chifladuras para rato. Yo personalmente recomiendo el exilio, más que nada porque es lo que un servidor en breve va a realizar, hasta los huevos de gilipuerteces y burradas que han convertido este país en el estercolero del mundo. Y ahora parece que la nueva moda impuesta por estos hijos de mala madre nazisociatas es la de conceder medallas a sudakas que, armados con barras de hierro, golpeen en la cabeza a ciudadanos españoles.

No, no estoy de broma. Vamos a analizar los hechos. Un tipo que no está demasiado bien de la bola acude regularmente a un prostíbulo de Barcelona. Un putero en toda regla, con especial afición por las señoritas provenientes del este de Europa, rusas, rumanas, ucranianas y demás. Durante sus últimas visitas se encaprichó concretamente de una rusa, la cual comenzó a notar bien pronto que el tipo no estaba demasiado bien de la pelota e intentó por todos los medios no tener más servicios con él. Al tipo se le cruzaron los cables más de la cuenta y cuando la chica en cuestión salía del putiferio la siguió por la calle cuchillo en mano para rajarla de arriba abajo. Finalmente la alcanzó y comenzó el apuñalamiento, no consumado completamente porque un viandante se interpuso e intentó reducirle. He aquí que de pronto, un ecuatoriano medio retrasado que conducía su vehículo por la misma calle (a saber si tenía permiso de conducir y quién se lo dio), paró su coche por las buenas y salió de él con una barra de hierro (que vete a saber para qué la llevaba). Y sin mediar palabra la emprendió a mamporros en la cabeza del agresor, el cual ya prácticamente estaba reducido por el otro hombre.

He aquí la maravillosa historia de este nuevo "héroe" nacional. Pero claro, como el tarado estaba intentando rajar a una puta pues ya está, a llenarse la boca con la "violencia machista", aunque no tengan ni relación en común ni se conozcan más que de un burdel, pim pam pum, violencia machista y tiro porque me toca. Y el sudaka se lía a hostias porque su instinto de primate delincuente a medio desarrollar le instiga a hacerlo y de pronto se convierte en un héroe. Si le dan una medalla por liarse a barrazos con la cabeza de un español, figúrate que hubiera pasado si se lo llega a cargar, igual le hacen ministro, porque claro, hay que exterminar a los "machistas", sobre todo a los que se van de putas. Claro que ahora me pongo yo en otra situación. Imaginemos que un sudaka va por la calle con su simiopareja de toda la vida y sin venir a cuento le empieza a soltar navajazos porque "es su cultura". Llega un español con una barra de hierro y le mete un par de galletas al mono cabrón para intentar defender a la mona cabrona. ¿Qué pasaría? Pues que el tipo se iría directo al talego por racista, hijo de puta, español y ya puestos machista. Porque aquí pasa como con las vacas en la India, el sudakita es sagrado. No me extrañaría que lo próximo fuera que se trajeran a los ciento veintisiete familiares de puto mono medallista a España y les dieran trabajo a todos. Así, un poquito más de paro.
 
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