No voy a profundizar más en mi opinión sobre Chupapenes Cruz y sobre el cine español porque la mayoría de gente ya la sabe y lo único que voy a conseguir es agarrar un buen cabreo. El caso es que ayer noche, tras unos cuantos Ballantine's con limón y un par de hamburguesas de esas que los nazisociatas han prohibido porque son ultranocivas para la salud (más nocivos son ellos, joder), lo único que quería era relajarme un rato antes de quedarme sopas viendo alguna peliculita con un mínimo de decencia. Estoy seguro que la resaca que llevo ahora mismo no es producto de las copas, sino del visionado de semejante mierda. Siempre podría haber cambiado de cadena (de báter) pero me imaginaba debates político-manipulados por todas partes, ultraprogretas feministas taradas echando espumarajos por la boca, más pseudo-noticias sobre violencia "machista", la cara de imbécil del subpresidente del desgobierno y algún otro horror inesperado y sorpresivo. Así son las televisiones de este puto país, fabricadas y producidas por tarados mentales para zombis anormales. Y evidentemente no voy a entrar en ese juego, ya enchufaré el televisor cuando den el Tour de Francia, que es de lo poco que se deja ver.
Aún así no quiero dejar escapar una de las noticias de la jornada, comentada en muchos blogs (casi siempre soy el último) pero silenciada por muchos medios de comunicación. Un tío con un par de cojones como para presentarse con una maza en una cueva de sabandijas etarras y destrozarles el garito a golpe limpio mientras berreaba con auténtica devoción contra esas putas alimañas. Pues sí, amigos, por supuesto que justifico esta acción, si el desgobierno bastardo sodomita y sumiso ante todo tipo de asesinos hijos de puta no quiere defender a los ciudadanos, lo tendremos que hacer nosotros mismos. Ojalá cunda el ejemplo y más gente salga con mazas, palos y escobas a enfrentarse a toda esta puta caterva de malparidos terroristas, progretas enfermizos, feministas intolerantes y cabrones delictivos varios. Por supuesto tuvimos que asistir al denigrante espectáculo de ver cómo los cuerpos de seguridad se llevaban al valiente héroe esposado como a un criminal y ya veremos la aberrante sentencia que le cae. Así funciona la justicia en España, terroristas asesinos por la calle y los que nos defendemos al talego. Pero ya nos da igual. Si por quedarnos a gusto y convertirnos en héroes nos tenemos que ir para dentro, nos iremos. Al fin y al cabo nosotros sí que tenemos cojones y podremos caminar con la cara bien alta por los pasillos del presidio, no como otros...