La televisión de todos, la pública, la del Estado, la que pagamos todos los españoles con el dinero de nuestro bolsillo es a día de hoy una completa bazofia. Se ha convertido en el principal instrumento de manipulación y lavado de cerebro por parte de un desgobierno incapaz de mantenerse en la poltrona por sus propios méritos (ni uno ha hecho), incluso yendo más allá que otros medios de incomunicación también bastante patéticos como Cuatro y sus manipuladas noticias, La Secta y sus insultos reiterados a todo el que no piense como el PSOE, con individuos tan partidistas, patéticos y asquerosos como el Gran Capulling, o panfletos como Púbico o El País con auténticos sacos de mierda en sus redacciones. Lo más grave de TVE es que, repito, sale del dinero que todos ponemos, y fuera de que cuatro gilipollas estén muy a gusto viendo como se les lava el cerebro y se chupa el culo a los malnacidos que están destrozando el país, la mayoría de gente normal lo único que pretende es tener un medio que informe y entretenga, y punto. Sin lavados de cerebro de carácter ideológico y sin ese rencor y odio que se respira en todo lo que manipulan estos hijos de puta. Habrá quien diga que si no queremos ver esa mierda apaguemos la tele, y así sería si no estuvieran haciendo todas esas maldades, insisto por enésima vez, con nuestro dinero.Qué comentar de los patéticos y manipulados telediarios que no haya comentado ya. Fuera de la incompetencia de los enchufados a dedo que provocan que sean un caos de edición y organización, con imágenes que entran a destiempo o no entran, luces que van y vienen, sonido que desaparece y demás confusiones provocadas por auténticos inútiles día sí y día también, estos bustos parlantes a sueldo del nazi monclovita ya directamente no se cortan si directamente han de insultar a quienes no piensan como ellos. Por no hablar del lavado de cerebro diario con las bondades de la inmigración o el temita que ya quema más que el mismísimo infierno, la violencia "machista", aplicable a todos los casos, pase lo que pase, muera quien muera y por supuesto incluso a las falsas denuncias (que según Aído, ya sabéis, nunca son falsas). A la zaga de los telemierdarios van los programas deportivos, in crescendo desde que España se va económicamente al garete, así las familias se preocupan más de ver el fútbol, las motos o la gimnasia rítmica que de su propia situación monetaria, inducida directamente por los inútiles e incompetentes dirigente nazisociatas. Aquí también entran imágenes cuando no deben, los comentarios se dejan de escuchar de repente, se corta al presentador a mitad para meter publicidad y demás aberraciones televisivas. Incompetencia pura y dura, PSOE.
Y nos metemos de lleno en la bazofia, el adoctrinamiento televisivo, la manipulación más intensa que se haya hecho de esta entidad televisiva a lo largo de toda su historia. Reportajes, sí, muy interesantes para zumbados salidos de un sanatorio mental, siempre sobre tribus africanas o amerindias, o sobre las bárbaras costumbres musulmanas, metiéndonos por los ojos la pobreza de morenos y sudakas y haciéndonos responsables a nosotros. O en su defecto la otra obsesión nazisociata, Franco, la Guerra Civil, qué bueno era el bando republicano y pobrecitos que murieron tantos. Si murió alguien en el bando nacional, da igual, seguro que era un facha hijo de puta. Y el cine en la misma dirección, sólo películas mal llamadas independientes, porque su buen dinero cuestan a los Estados que las sufragan. Cine moro, sudaka, de crítica hacia los yankees y occidente, auténticos bodrios lavamentes ciertamente insoportables, y por supuesto el cine español pro-PSOE, con el beneplácito y la ayuda económica de la nueva TVE, y por extensión de todos los españoles estemos o no de acuerdo con semejante mierda pseudo-intelectual. Maricas, putas, inmigrantes, interesantes temáticas, cuando no la machacada Guerra Civil, Franco y demás obsesiones que también se plasman en las series de producción propia tipo Amar En Tiempos Revueltos o la más que lamentable, falseada y surrealista Cuéntame. Por no hablar de los programas musicales donde sólo aparecen grupos y artistas que están a favor del régimen zetapariano. En fin, todo esto es lo que pagamos de nuestro bolsillo, lo queramos o no, por el arte mágico y "tolerante" del puto PSOE.
