Fede, otro viejo amigo, está aún peor si cabe. Ya no sólo está desempleado, viviendo de sus ahorros que cada vez son más míseros e ínfimos, sino que día sí y día también le llegan nuevas multas, nuevas sanciones, dinero que se queda el facineroso Estado de forma injustificada en la mayoría de los casos para entregárselo a negros, amerindios, delincuentes y vividores hijos de mala madre que se ríen de los españoles en su propia cara. A primera hora de la mañana llamó a su progenitor para decirle "me voy a suicidar" y acto seguido comenzó una vorágine de autodestrucción a base de drogas y alcohol para no ver nunca más esta mierda de nueva España que nos está destrozando a todos para divertimento de Zetaparos, Piolines Blancos, vicebichos y demás escoria nazisociata, votantes y simpatizantes incluídos, que nos han destrozado la vida, nos han quitado todo lo que teníamos, y aún encima, en su infinita maldad congénita, se ríen a carcajada limpia de su hazaña. Mis dos amigos van a tener razón, para asistir a los espectáculos que nos toca ver a diario en este país y observar cómo esos hijos de puta nos joden hasta llevarnos a puntos límite, lo mejor es volarse la tapa de los sesos y descansar de una jodida vez.
Ayer, en medio de su autodestrucción guiada, me encontré a Fede. El problema es que él ya ha llegado a un punto en que su desesperación le puede llevar a hacer cualquier cosa, todo le da absolutamente lo mismo. Yo estoy en el mismo punto, con el agravante de un cociente intelectual demasiado elevado, lo cual me hace maquinar, y eso no es bueno, sobre todo para los nazisociatas, blanco de todas mis iras. Me habéis jodido la vida entera, qué queréis, ahora no pidáis misericordia, os voy a joder yo a vosotros. Varias ideas cruzan por nuestras mentes, hacer una organización de "desesperados" a causa de la incompetencia y maldad nazisociata que se acerque hasta Moncloa y cometa un suicidio colectivo en la misma puerta. Eso sí, llevándonos por delante a todo el que nos intente detener o se cruce en nuestro camino. Aunque especialmente me atrae la idea de distribuirnos por toda España, cada uno a una sede del PSOE, y envueltos en artefactos explosivos a modo de terroristas suicidas, accionar los petarditos cuando las diferentes piaras de cerdos estén allí adorando a su dios iluminado Zetaparo. Ya lo dije hace tiempo, todos los que han votado a estos hijos de puta tendrán que rendir cuentas, y vaya si lo van a hacer, eternamente.