Pero en este país de imbéciles y maricomplejines todo cambia cuando hay inmigrantes de por medio. Sí, los jugadores del susodicho Rosario Central lo eran, y da igual que dieran tantos mamporros o más que sus rivales, el caso es que ellos son intocables y por tanto ojito con tocarles un pelo y pobre del que lo haga. Y tan pobre. Precisamente hoy se ha dictado sentencia sobre el suceso, casi siete años de prisión para el principal acusado y otros seis para su hermano, también integrante del equipo Bada Bing. No, no murió nadie, pero claro, ahí está el agravante de violencia "racista" (¿a qué me suena esto?), vamos que si le hubiera metido de leches a otro español tan campante y a casita. Es más, los inmigrantes de mierda del Rosario Central también repartieron canela fina y no hay ni un solo imputado ni condenado ni nada por el estilo. No, ellos son intocables, incluso por la justicia. Voy a ir incluso más allá, porque es evidente que la pelea poco o nada tuvo que ver con el racismo, más bien con los lances violentos de un partido de fútbol. ¿Entonces qué coño pinta eso del agravante por racismo? Repito, simplemente que no puedes tocar a un inmigrante, si vas tranquilamente andando por la calle y uno de ellos te quiere rajar de arriba abajo, deja que lo haga, que como te defiendas, ya sabes, siete años de talego.
Y los mierdosos maricomplejines agilipollados ciudadanos españoles nos quedamos igual. Total, como no me ha tocado a mí... hasta que te toque, imbécil. Siete años de talego y, se me olvidaba, diez mil euros de indemnización a uno de los monos, para que viva de puta madre a costa nuestra, que es lo que nos mola. Quisiera recordar lo que le cayó a un terrorista hijo de puta llamado De Juana Chaos por cada uno de sus ASESINATOS a sangre fría con alevosía, premeditación y odio. Diez meses por cargarse a una persona por las buenas, ah, y por supuesto, beneficios penitenciarios, que no se nos enfaden nuestros amiguitos los etarras. Y a un chaval que se mete en una pelea tras un partido de fútbol, siete años. ¿Pero estamos ya todos idiotas en este país o qué? ¿A dónde coño nos va a llevar esta gilipuertez universal de dar y dar y dar y volver a dar privilegios y más derechos y más ventajas y más ayudas y más de todo a esta gentuza venida de más allá de nuestras fronteras que en su inmensa mayoría son delincuentes por civilizar que nos hacen la vida imposible con sus simiescos comportamientos? Ya está bien de tanta giliprogrez, tolerancia estúpida y síndrome de Occidente. A cada cual lo que se merece y si un puto indio necesita dos hostias bien dadas se le dan y punto. Y nos vamos todos tranquilos a casa y seguro que él ha aprendido una lección de modales, que falta le haría.