Por la noche, ya en casa, lo cierto es que llevaba un buen colocón. Como no había tenido ocasión de escuchar las aberraciones, perdón, noticias del día, pues busqué algún desinformativo donde poder ojear las mentiras y manipulaciones que tenían preparadas para hoy. La carcajada más absoluta vino a mí cuando vi a Merkel y Sarkozy cerrar el tema de Grecia pasando olímpicamente del presidente de turno de la Unión Europea, el ZoPenco iluminado. Vamos, es que ya no le quieren ver ni en pintura, ese tío es como si tuviera la peste, cosa que toca, cosa que jode, así que cuanto más lejos mejor. Ya dije yo que en breve, para lo que pinta este subnormal allí, nos tiran de Europa y nos comemos a nuestro dictador bananero con patatas, que para eso le hemos votado. Así de guay va este país, o lo que sea, porque país no sé yo. Para rematar la faena también escuché una información sobre la investigación que se está llevando a cabo para esclacerer cómo murió el último mercenario, perdón, soldado de nuestro ejército en la misión de repartir chucherías en Afganistán. Ahora parece que no pisó una mina que alguien se dejó olvidada por ahí sino que le metieron un misilazo. Va, asuntillos sin importancia de nuestras misiones de paz.
Volviendo al ridículo del miserable monclovita en Europa, resulta que, haciendo gala de su ya archiconocida indigencia intelectual, el tipo se da cuenta de que pasan de él y no le quieren ver ni en pintura y encima se ríe y aplaude. Nada, como un tonto con un lápiz, no da más de sí el andoba. El colega solamente sale a decir que le parecen muy bien todas las decisiones tomadas por Alemania y Francia (ni sabrá cuáles son) y que muestra su total apoyo a los respectivos mandatarios de ambos países. Ah vaya, ahora toca chupar el chulo al "facha" Sarkozy y a la "subnormal" Merkel. ¿Para cuándo una cena de cortesía con el "delincuente" Berlusconi? Este tío es un imbécil, no sabe ni por dónde va ni qué hacer con nada, es un completo tarugo, un gilipollas profundo al que le han dado la vara de mando y se cree que es una varita mágica con la cual puede hacer realidad todas las chaladuras mentales que pasan por su putrefacta y enfermiza cabeza. En fin, majetes, ya sabéis, a seguir votando Zetaparo y a seguir idiotizados con el gran marrano y con el fútbol a diario. Hale, hale, a pasarlo bien en esta puta mierda de país, que yo me voy a echar una partidita de póquer con James Dean en el otro barrio, más tranquilo estaré.