domingo, 7 de septiembre de 2008

Reflexiones de un desesperado

Voy borracho, sí, como una cuba quizá no, porque sólo esa palabra ya me da algo de náuseas, o más bien el régimen que impera en la susodicha. Pero lo bien cierto es que ya llevo diez meses en el paro y sin cobrar un puto duro, y muchos se preguntarán ¿y este tío como vive? Lo peor de todo es que otros, que dicen ser mis compatriotas, no hacen más que preguntarse por qué no me muero de una puta vez de inanición y dejo paso a su puto desgobierno de fascismo asesino antiespañol para dar por culo más todavía a los pobres trabajadores, sufridores del nazismo más asqueroso, pegajoso y destarifado que jamás haya existido en este país. Y me cago en todos vosotros, putos progretas de mierda.

Y algún que otro viejo amigo, anormal, con el cerebro más carcomido que la sarna, todavía me pregunta por qué le insulto. Pues mira, hijo de la grandísima puta, te insulto porque gracias a tu caudillo iluminado ZP al que tanto quieres rendir pleitesía, aquí ya sólo quedan dos bandos, los que están a favor y los que están en contra. Esto quiere decir, los que están a favor de la desintegración de la población actual a base de paro aberrante, exterminio metódico, genocidio brutal y manipulación antiespañola, o los que están en contra de todo esto, a favor de una democracia normal, de la vuelta a la cordura, a una normalidad en las relaciones economía-pueblo, y a favor de aquellos que, en definitiva, quieren exterminar de una puta vez al dictador asesino. Y es que no hay término medio. O se está a favor del asesino o en contra, y yo estoy en contra.

Y vengo de mantener una fuerte discusión por la calle, que me ha llevado incluso a repartir y recibir galletas entre la escoria inmigrante que nos invade, en alguna ciudad más que en otra (y en ésta es algo aberrante). Estoy hasta los cojones, me quitan mi puesto de empleo, se ríen de mí, me insultan, me pegan, y tengo que aguantar como ciertos "conciudadanos" se vuelven contra mí. Lo tengo decidido. He entrado en varias páginas web donde venden armas sin licencia. Me voy a hacer con una pistola de cañón corto, de gran calibre, un arma que no deje en pie a aquél al cual destine mi disparo. Posiblemente en breve me desplace hasta La Moncloa, recordando que no tengo trabajo y mucho tiempo libre. Me acercaré al culpable de semejante aberración, le volaré la cabeza y tal vez después me vuele la sesera. Que busquen culpables...
 
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