
Últimamente el subpresidente del desgobierno ya no produce tanto asco como antaño. No, no me he vuelto gilipollas, ni he tenido una sobredosis de manipuladora televisión, ni se me ha pasado por la cabeza hacerme maricón, salir a la calle a linchar "fachas" y ponerme a votar al PSOE compulsivamente. Simplemente me doy cuenta cada día más de que este tío es imbécil, pero profundo, con acusados rasgos de subnormalidad. Vamos, que es un tonto del culo y que no se entera de una mierda. Lo grave de esto es que como es un paranoico iluminado se cree el divino salvador del planeta y así nos tiene a todos de jodidos, pero en definitiva no es más que un chalado que, convenientemente encerrado, dejaría de darnos por culo a todos. Los que realmente ahora me producen arcadas y sus consiguientes ganas de vomitar son los votantes del puto PSOE. Están jodidamente enfermos de la cabeza, pero mucho más de lo que todos hubiésemos imaginado hace algún tiempo. Defienden lo indefendible con argumentos banales, estúpidos, infantiles e irracionales. Por otro lado, su chulería e intolerancia hacia quienes no piensan como ellos no debiera de ser consentida en ningún país medianamente democrático (aunque éste no lo es demasiado). Vamos, que mejor se cuelguen de un árbol y dejen a las personas normales y que no tenemos sus resentimientos de odio y maldad vivir nuestras vidas tranquilos. Que paren ya de jodernos a cada paso que damos o al final pagarán las consecuencias. Y quien avisa no es traidor.
Y ya que me he referido al memo profundo monclovita, no quisiera pasar por alto su última gran actuación hablando sobre el desempleo que asola nuestro país por cortesía nazisociata. Su alocución confirma los comentado en el anterior párrafo. Este tío es idiota, nació así y no ha hecho muchos esfuerzos para mejorar, su cabeza no da para más, pero como vive del cuento y no ha trabajado de nada en su puta vida para qué se va a molestar. En fin, que el espantajo viviente que nos desgobierna ha afirmado que en relación al violentísimo paro que golpea nuestra nación va a "hacer cosas". Y con un gilipuertas que se expresa de tal manera nos quedamos todos tan campantes. Ya no es el hecho de preguntarle cuáles son esas cosas y que ni siquiera responda porque no tiene ni puta idea de lo que dice, es que una persona que se expresa en esos términos denota una actividad intelectual nula. Coño, es que hasta los niños de ocho años saben cambiar las genéricas palabras "hacer" y "cosa" por sinónimos con algo más de profundidad semántica. Pero a este payaso le da igual, mientras sus mierdas sobre estatutos, abortos, Madrid-Barça, y demás capulladas integrales que nos han llevado al pozo, sigan por sus derroteros, bien asegurada que tiene la poltrona. Es lo que tiene vivir en un país de COMPLETOS GILIPOLLAS.