miércoles, 10 de diciembre de 2008

Medalla de oro al mérito genocida

Este desgobierno de malnacidos hijos de puta no para, no es que no haga una a derechas, es que encima, dentro de su maldad congénita y su joder por joder, no se le ocurren más que burradas, cacicadas y vergonzosas decisiones. Lo último es ya lo que nos faltaba por ver. Se le concede la medalla de Oro al Mérito en el Trabajo a uno de los carniceros más sanguinarios de nuestra guerra civil, un canalla sinvergüenza que tiene en sus manos la sangre de miles de inocentes ciudadanos españoles, asesinados de la forma más cruel y asquerosa sin ningún tipo de contemplación. Me estoy refieriendo, cómo no, a Santiago Carrillo. No hace falta que me extienda mucho más enumerando las hazañas del hijo de puta genocida de Paracuellos, más de un post he dedicado ya en el blog a semejante elemento. Baste decir que se le ha concedido la susodicha medalla a uno de los criminales más grandes que ha existido en la historia de España. Por cierto, ¿mérito al trabajo? Como no sea su trabajo como asesino, no lo acabo de captar del todo.

Y lo peor de todo es que esto ya no nos viene de nuevo desde que este desgobierno de auténticos malnacidos está anidando en una poltrona a la que llegaron de una forma no demasiado legítima hace ya casi cinco años. De vergüenza nacional fue otorgar el Honoris Causa por parte de cierta universidad de alimañas a este mismo hijo de perra. Menudos estudiantes van a salir de una institución con semejantes valores morales, pero bueno, no es necesario incidir en el patético mundo universitario español, ya sabemos de qué va y a qué juega. Repugnante es también ver como la Cadena SER tiene la desvergüenza de usar a este asesino cabrón como contertulio en varios de sus programas, teniéndole casi por un héroe radiofónico. A la par RTVE, que igualmente hace uso del "buen saber" de semejante sádico torturador de cara a diversos programas con temática política. En resumen, el despropósito más grande de un desgobierno que, curiosamente, tiene entre una de sus mayores obsesiones los crímenes de la guerra civil. Claro que parece ser que sólo los cometidos por un bando, porque tener de su lado al genocida de Paracuellos lo único que les causa es gran alegría y regocijo.

Pues buen caminito estamos haciendo en este país, no sólo removiendo tumbas y reabriendo viejas heridas que ya hacía años estaban cicatrizadas, sino también concediendo condecoraciones a despiadados asesinos cuyas víctimas eran padres y abuelos de muchos ciudadanos de este país, a los cuales me uno en el sentimiento de desamparo e indignación que estarán sufriendo por culpa de esta pandilla de maleantes gubernamentales encabezados por el loco iluminado ZP. No nos extrañe ver en próximas fechas a esta caterva de tarados esquizofrénicos empezar a soltar medallas por la paz para varios etarras o entregar la medalla del honor gay al Che Guevara, conocido por su radical homofobia. Incluso hasta alguna organización feminista puede que conceda la medalla por la lucha contra el maltrato "machista" a la cultura islámica en su conjunto. Viva el país de los despropósitos, viva el desgobierno de las medidas alocinógenas, viva la subnormalidad profunda de los votantes nazisociatas. A ellos también les concedo yo una medalla, pero en este caso de hormigón, y se les hará entrega de ella en mitad del océano. ¿No os la quitéis eh? Hasta el fondo del mar, matarile...
 
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