Sin riesgo a equivocarme podría afirmar que ahora mismo tenemos en este país cerca de cuatro millones de parados, incluso puede que más. No dudo de que ahora mismo las cifras oficiales se eleven hasta los ya de por sí vergonzantes tres millones, pero por desgracia no están todos los que son ni son todos los que están. La reforma ocupacional de estos sinvergüenzas del desgobierno ha provocado que todo aquel parado que esté en un plan de formación ocupacional (cursillo del INEM, para ser más claro) no cuente en estas cifras. Con razón cuando vas a tu oficina a renovar tu estancia ya habitual en tan saturada lista lo primero que te preguntan es si quieres hacer un cursillo, son las órdenes que reciben los funcionarios desde arriba, encursar a la mayor cantidad de gente posible y así eliminar paro. Lo peor es que cuando les dices que no quieres esa mierda, que lo que quieres es trabajo, te miran hasta con desprecio y te sueltan sin ningún tipo de pudor "pues no te va a salir nada, eh". Tampoco figuran dentro de estas manipuladas cifras todas aquellas personas que con contratos parciales de unas seis horas a la semana, o incluso menos, cobran sumas tan irrisorias como 150 euros al mes. No, esta gente no figura en el paro, pero desde luego que para cobrar eso, casi es mejor figurar y joder a los hijos de puta de los nazisociatas.
Y la última moda (por llamarlo de alguna manera) es la gente que acaba hasta los cojones de las eternas colas de las oficinas de empleo. Pues sí, te quedas sin trabajo, te joden bien jodido, no tienes ni derecho a un subsidio, y encima tienes que estar tres putos días en la cola porque con la cantidad de gente que está en tu misma situación aquello está atiborrado de personas desesperadas que no encuentran trabajo ni a la de veinte. Qué pasa al final, pues que muchos directamente pasan de hacer cola para apuntarse a las listas y se van a su casa. Total, para que te den un puto papel en el que dice "está usted parado", no te paguen un duro y encima ni mueven un dedo para colocarte, pues casi que te vas a comer el último mendrugo de pan que te quede y a ir embalando tus bártulos para tu forzoso traslado a la parte inferior de algún puente que te dé buen cobijo hasta que a los hijos de mala madre de los nazisociatas les dé por pirarse de la poltrona. Y tal y como están las cosas casi que te vas a morir antes. Al final nos encontramos con una cantidad de gente parada desaparecida en combate que en caso de figurar en las cifras oficiales convertirían la situación de este país en algo incluso más aberrante de lo que ya estamos viviendo en estos momentos. Cualquier día nos vemos que se está debatiendo una enmienda para cambiar el nombre del país, de España a Desempleolandia.