Tenemos un nuevo caso Carrascosa, para los menos iniciados la señora que se fue a Estados Unidos a intentar secuestrar a su hija porque se pasaba por el forro la custodia compartida que había dictado un juez en el país yankee. En esta ocasión se trata de una tinerfeña llamada Raquel Toledo, también divorciada de su ex-marido estadounidense, la que ha incumplido reiteradamente la entrega de su hija en los plazos previstos al padre. La última cacicada ha sido declarar que quiere sacar a su hija de los Estados Unidos y llevársela con ella a España para, obviamente, hacer que el padre no la vuelva a ver nunca más. Pues llega la Justicia del país norteamericano y ordena prisión de quince días para esta señora. Y me parece muy bien, porque las leyes y las resoluciones de un juez están para cumplirlas y no para que se las pase por el forro cualquier persona dependiendo de como le venga en gana. Oiga, que el juez ha dicho que custodia compartida y que el padre tiene derecho a x días para ver a la niña. A mí me la suda que soy su madre y hago lo que me da la gana y su padre que se joda y a mí nadie me puede hacer nada porque soy mujer. Paf, al talego. Lo más natural en cualquier país civilizado y avanzado.
El problema aquí radica en el lavado de cerebro y la aberración constante que el feminazismo radical ha impuesto en España. Las chaladuras mentales de estas víboras creemos que ya son la normalidad, gracias a la incansable manipulación tanto mediática como desgubernamental. Y hasta hay imbéciles que consideran que van a tener los mismos enfermizos derechos más allá de nuestras fronteras. Y pasa lo que pasa. Como en España una mujer puede secuestrar a su hijo, vejar al padre todo lo que quiera, insultarle, pegarle y al final denunciarle falsamente y que acabe con sus huesos en el talego, pues se piensa que todo el monte es orégano. Como este es el país de las taraduras y el asedio contra todo aquello que suene a masculino y además la secta mediática oculta cualquier información externa que vaya en contra de tan deleznables directrices, pues luego tenemos a gente que se pasa la ley a la torera en cualquier otro país y acaba como acaba. Y lo más grave, buena prisa se han dado ciertos subministerios absolutamente inútiles en mediar para que esta gilipollas tinerfeña salga del talego y obtenga todo el apoyo judicial y mediático necesario. Para estas mierdas sí que hay prisa en la mediación internacional, para liberar a nuestros secuestrados en otros países, pacieeeencia, y para evitar la muerte de disidentes cubanos... que se jodan. Pandilla de enfermos mentales.