viernes, 26 de marzo de 2010

Seis euros

El país más caro del mundo, la nación del mundo desarrollado (y gran parte del subdesarrollado) donde peor se vive, un absoluto timo a nuestros bolsillos, una sarta de mentiras y manipulaciones descaradas para convencernos de que tener unos sueldos de mierda, no llegar a fin de mes e incluso no tener ni trabajo ni ingresos económicos es algo natural. Así es la nueva España del borrico perturbado Zetaparo. Cuatro cebollas, dos alcachofas, una docena de huevos y seis rollos de papel higiénico, mi espectacular compra del día, seis euros, mil pelas, un talego, ¡un puto talego por cuatro putas mierdas! Hombre, ya me parece mal que por un cubata me cobres seis pavos, colega, pero al fin y al cabo es un capricho hasta cierto punto prescindible, aunque no deja de ser un vaso con dos chuzos de hielo, unas gotitas de whisky y un botellín de un refresco la mayoría de veces caducado, y encima ni me puedo llevar el vaso a casa. Pero coño, es que no hablamos de cubatas, hablamos de comida básica, cutre y elemental. Lo más tirado de lo más tirado y me soplas seis pavos. Y lo peor es que nos atracan a mano armada y nos dejamos, nos da absolutamente lo mismo.

Encima tienen la santa cara dura de, nada más entrar al supermercado en cuestión, poner un gigantesco cartelón advirtiéndote de la gran oferta que hay hoy especialmente con las alcachofas, reducción de precios ultra-espectacular. Hombre, sí, majos, si la estrategia es inflar los precios en un 600% para luego bajarlos un 200%, no sé, no me salen las cuentas, bueno las vuestras sí, de chorizos sinvergüenzas, pero como somos imbéciles y no protestamos, pues a robar que la vida son dos días. Lo peor de todo es que me hacen falta cebollas, porque con el aspecto que tienen no dan muchas ganas de comprarlas. Y ya cuando cojo la primera bolsita y directamente una de las cebollas se me deshace en la mano, casi me entran ganas de vomitar, pero joder, ¡me hacen falta! Cogeré pues la bolsa que mejor aspecto tenga. Eso sí, el hecho de que prácticamente todas estén podridas no afecta mucho al precio, desde luego, parece que en lugar de cebollas esté comprando pepitas de oro. Me viene ahora la escena de Rajoy en el debate electoral con Zetahijodeputa cuando le increpaba, entre otros productos, la subida del precio de las cebollas. Y el malnacido zetapariano cogía, se daba media vuelta y se ponía hablar de otra sandez que nada tenía que ver. Claro, como él no come cebollas porque se alimenta de MIERDA...

No es que vaya de sibarita precisamente cuando voy al supermercado, de hecho siempre compro los huevos más baratos, ni XL, ni de corral, ni niquelados, ni rebozados en oro, ni ninguna giliflautez. Qué cojones, los más pequeños, cutres y económicos. Aún así cuando veo el precio no puedo evitar hacer una mueca de desaprovación, sobre todo si tengo en cuenta que en muchos otros países europeos cuestan menos de la mitad. En fin, si luego pillo algún nuevo tipo de extraña salmonelosis o salen pajaritos volando de dentro de los huevos, ya me apañaré, lo que tengo claro es que con el robo descarado que suponen los "huevos de lujo", me quedo con los cutres, y eso que también son una puta estafa, pero si no no hay huevos. La gran desgracia es que tampoco me queda papel higiénico, tendría que haber ido a un bar a robarlo, pero a veces ya ni siquiera en los establecimientos públicos te ponen rollo, se ve que más de uno ha pensado lo mismo que yo y el propietario está hasta las narices. Y no me extraña, porque al precio que está es casi como comprar caviar, y mira que se trata de un puto papel que vas a llenar de mierda y acto seguido tirar por el retrete. Joder, y es que ni siendo una marca blanca, se ve que este papel lo forran con plata o algo así. Podría irme a cagar a la Moncloa y limpiarme con las camisas de Zetaimbécil, pero coño es que hasta el viaje me saldría por un ojo de la cara. Qué estafa de país.
 
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