martes, 15 de julio de 2008

Futbolistas con solera 7

Hoy dedicamos esta sección a varios de los futbolistas colombianos que en los años 90 recalaron en el fútbol español, en la mayoría de ocasiones resultando ser unos auténticos pufos y un fracaso como deportistas y como personas.

Víctor Hugo Aristizábal: también conocido como Aristigol, aunque muchos aún no tienen muy claro si este apodo es del todo justificado. En toda Sudamérica y especialmente en Colombia se le tiene por un auténtico crack, siendo el máximo goleador colombiano de todos los tiempos. Sin embargo, su flamante fichaje por el Valencia CF en 1994, procedente de su club de toda la vida, el Atlético Nacional, fue un auténtico fiasco. Apenas dispuso de oportunidades, y en menos de un año ya estaba empaquetado de vuelta. En 1996 inició una exitosa andadura por la liga brasileña, jugando en Sao Paulo, Santos, Vitoria, Cruzeiro y Coritiba (con un par de años por medio en que recaló otra vez en Colombia). En 2005 volvió a su Atlético Nacional donde en 2007 sufrió una grave lesión que le hizo retirarse del fútbol un año después sin haber podido recuperarse. Su carrera en la selección colombiana también fue dilatada y exitosa, hasta que en 2003, y tras una derrota por cuatro a cero ante Bolivia, parece ser que llegó a las manos con el entrenador Maturana, y fue apartado definitivamente del equipo.

Adolfo Valencia: conocido como el Tren Valencia por su ímpetu arrollador, el cual desde luego no demostró en su fugaz paso por el Atlético de Madrid en la temporada 94-95. Tras sorprender durante cinco años en el Independiente de Santa Fe, se vino a Europa fichado por el Bayern de Munich, donde aparte de marcar goles no hacía más que quejarse del frío y del extraño idioma que se hablaba en Alemania. Fue entonces cuando a Jesús Gil se le ocurrió la brillante idea de fichar al "negro". El presidente colchonero distraía su tiempo lanzando halagos a su pupilo: "si ya te lo decía yo... este chico es un fenómeno", o bien amenazándole de muerte: "al negro le corto el cuello". En los años siguientes, y ya completamente desprestigiado por unas supuestas grabaciones realizadas por el propio Jesús Gil donde se cazaba al Tren diciendo que él estaba en el fútbol para hacer lo que le diese la gana, fue rebotando por Italia (Reggina) y Grecia (PAOK), con continuas cesiones a equipos argentinos y colombianos. En 2000 llega al Metrostars estadounidense como gran figura, resultando ser un vividor y un caradura que pronto fue despedido del equipo. Su último año lo repartió entre su equipo de origen, el Independiente, y el Maracaibo venezolano, donde acabó retirándose. A mediados de los años 90 fue internacional con Colombia en 37 ocasiones, siendo sus mejores recuerdos caer siempre eliminado en la primera fase de los mundiales.

René Higuita: conocido como el Rey Escorpión por la famosa postura para atrapar el balón que popularizó bajo los palos de la selección colombiana. Este extraño guardameta con una pinta más que asquerosa llegó al Valladolid en 1992, después de estar jugando en la élite del fútbol colombiano desde 1985. Sin embargo, como la mayoría de sus compatriotas, su suerte en España no fue la esperada y acabó como suplente en el modesto club pucelano. El resto de su carrera deportiva lo pasaría de nuevo en Colombia, salvo dos fugaces experiencias en México y Ecuador. En la selección colombiana pasaba de grandes heroicidades como su famoso "escorpión" en un partido contra Inglaterra a los ridículos más espantosos como el famoso gol que le marcó Camerún cuando quiso regatearse a todo el equipo africano él solito. Roger Milla le robó el balón marcando el gol que supuso el adiós de Colombia al Mundial de 1990. Pero lo mejor de su carrera fueron sus escándalos extradeportivos. Éstos comenzaron cuando se dedicó a visitar a viejos amigos de la infancia en la cárcel, algo que no se veía muy bien en su país. Poco después se le acusó de mediar en un secuestro (algo prohibido por las leyes colombianas) y fue él el encarcelado, con lo que se perdió el Mundial de 1994. Años más tarde se liaría a puñetazos con el comentarista deportivo colombiano Augusto Londoño en un aeropuerto, y para redondear sus "éxitos" acabó dando positivo en un control antidóping por consumo de cocaína cuando militaba en la liga ecuatoriana y fue suspendido por seis meses. Era 2004 e Higuita pensó en su retirada. Pero después de participar en varios reality shows como "La isla de los famosos" o "Cambio extremo" y tras pasar por varias operaciones de cirugía plástica para mejorar su imagen, decide volver al fútbol en 2007. Actualmente, con 41 años, milita en el Rionegro de la segunda división colombiana. Entre sus planes futuros están volver a la selección nacional, retirarse con 45 años y después dedicarse a la política.

Carlos Valderrama: debutó en la élite colombiana en 1981, y no fue hasta 1988 cuando llegó a Europa recalando en el Montpellier francés. Tres años más tarde llegaba al Valladolid, donde se hizo famoso por la famosa tocada de huevos que el madridista Míchel le propinó mientras esperaban a la salida de un córner. Son muchos los que elogian su juego calmado (apenas corría por el campo) y su calidad en el toque del balón, aunque, al igual que sus compatriotas, en España no hizo más que el ridículo. Tras una temporada vuelve a Colombia y finalmente encuentra su destino en Estados Unidos, donde rindió a muy alto nivel en Tampa Bay, Miami y Colorado, donde se retira del fútbol en 2004. Jugó con su selección un total de 111 partidos y está considerado entre los 40 mejores futbolistas sudamericanos de la historia. Podemos decir que fue uno de los pocos jugadores de su generación que tuvo un final digno, con un partido de despedida donde, entre otros, estuvieron Chilavert o Maradona. En 2007 se hizo cargo de la dirección deportiva del Atlético Junior de Barranquilla, de Colombia.

Freddy Rincón: apodado el Coloso, en 1986 iniciaba su carrera profesional de élite en Colombia y muy pronto varios clubes europeos se fijaron en él. Tras un fugaz paso por el Palmeiras brasileño acabó en el Nápoles, donde realizó una temporada espectacular que le dio el pasaporte directo al Real Madrid, a donde llegó en 1995. Su gran valedor fue Jorge Valdano, técnico madridista que confiaba ciegamente en él. Rincón hizo el más completo de los ridículos y cada vez que saltaba al campo no daba pie con bola. Sus momentos más difíciles los vivió cuando aparecieron pintadas en las paredes del estadio blanco que rezaban "Rincón, vete a la selva". La salida de Valdano con aquella histórica frase del argentino: "el cuerpo técnico queda desvinculado del equipo", significó también la inmediata salida del colombiano. Su destino fue Brasil, donde militó en diversos equipos con una actuación que combinaba partidos memorables con días dignos de olvidar, hasta su retirada en el Corinthians en 2004. En marzo de 2007 la Interpol dicta una orden de busca y captura contra Rincón por testaferro, blanqueo de dinero y tráfico de drogas. A los pocos meses es arrestado y actualmente se encuentra a la espera de juicio.
 
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