lunes, 11 de agosto de 2008

Insultar en lugar de informar

Es una de las últimas modas que está arrasando en los informativos a lo largo y ancho del país. Los locutores ya no se limitan a leer las noticias que les pasan de redacción como en otros tiempos sucedía, ni tan siquiera se han apuntado a una moda iniciada en los años 90 en la cual el periodista en cuestión, si era medianamente creativo, incluso comentaba la noticia y soltaba algún chiste fácil para hacer más atractivos los asuntos del día. Todas estas prácticas han sido reemplazadas por una nueva moda, que consiste en el insulto fácil, gratuito y sin ningún tipo de fundamento. Así pues, el busto parlante en cuestión introduce la noticia sobre la que vaya a hablar con cierta normalidad hasta que salta la primera palabra malsonante seguida de una malévola sonrisa. A partir de ahí, un auténtico esperpento de insultos directos y personales llueve hacia los protagonistas de la información.

Pero mejor voy a entrar en ejemplos, todos ellos recogidos en la última semana en varias de las cadenas (de váter) que he ido ojeando día tras día. En cada una tienen una especialidad o fijación de cara al insulto fácil y estúpido, es decir, siempre lo dirigen hacia la misma persona, nación o colectivo, y evidentemente esto hace que todos los días tengamos una ración de información sobre el susodicho asunto con el consiguiente insulto ya preparado. La Sexta (también conocida como La Secta, o La tele del payaso) se enfervoriza especialmente contra George Bush y el nuevo candidato republicano McCain. Tramposos, mentirosos, sinvergüenzas, inútiles, oscurantistas, ladrones, son varios de los adjetivos empleados entre las carcajadas de la zorrita de turno que presenta un informativo por cierto bastante patético. El máximo disfrute para los responsables de la cadena fue cuando intentaron comparar a Bush con un chaval que sufría un retraso mental y a McCain con los ancianos de un geriátrico. Desde luego muy constructiva la información. Claro que, para la audiencia que tienen, casi que mejor salga la presentadora en pelotas como hacen en algún otro país, porque si no, no sé quién cojones va a ver esa mierda.

De sobra es conocido el fanatismo de los informativos de deportes de Canal 9 (Canal Huevo o Xotonou), donde los veinte minutos dedicados a este tipo de información se reparten en 18 para el Valencia CF y el resto para los demás asuntos del día. Teniendo el capullo, fanático y anormal que tienen como director de deportes, un tal Paco Xotet, no hay mucho más que hablar. Además esta fijación no es nada nuevo, a lo largo de toda su historia esta cadena ha recibido infinidad de protestas de todos los rincones de la comunidad autónoma y se las han pasado por el forro. Ellos, erre que erre, con su xotismo cerril. Pero la última moda es la de insultar al rival que más odian, y que en realidad pasa de ellos como de la mierda. Así pues esta semana hemos podido escuchar como se referían al Real Madrid como un equipo de ladrones, sinvergüenzas y chulos. Se referían a este club como "el más patético de la liga española", y a su presidente Calderón como un delincuente y un estafador. Lo que más me gusta es que estos apelativos los apliquen pseudo-periodistas fanáticos de posiblemente el equipo que más asco da en el resto de España por sus continuos escándalos económicos, el Valencia de los cojones.

Y para cerrar nuestro capítulo de insultadores profesionales no nos podía faltar Cuatro, la tele que otorgó a dedo el PSOE para ser su brazo televisivo (aunque luego le sirvió más para ese propósito TVE). Aquí directamente el receptor de insultos por doquier es el Partido Popular. Ya nos parece sumamente asqueroso y lamentable que esta estratagema del insulto fácil la utilicen malnacidos de la talla del Piolín Blanco o la vicebicho, pero lo de presentadores de informativos totalmente agilipollados cagándose en la familia de algún político que no les cae bien es realmente deleznable. El grado máximo fue incluso alegrarse de la muerte del magistrado García Calvo, porque no les gustaban sus pensamientos políticos. Y lo mejor de todo es que algunos de sus apelativos preferidos, fascistas o retrógados, encajarían más que perfectamente si los quisieran aplicar a sus tan admirados hijos de puta del desgobierno. Pero estamos en el país de la mentira, la manipulación y las malas personas, y evidentemente son ellos los que actualmente nos controlan. Quizá tengamos que dejar de ser tan buenos y hacer lo que nos dicta el corazón, exterminar a toda esa basura nazisociata que no para de jodernos.
 
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