sábado, 23 de agosto de 2008

Medallas y muertos

Menudos revolcones de alegría se tiene que estar dando en los últimos días el subpresidente del desgobierno. Debe de estar en las nubes, con el peligro que ello conlleva, porque ya se sabe que estos chiflados iluminados cuando tienen un subidón de autoestima tienen la tentación de embarcarse en alguna nueva cacicada dentro de su misión de justicia divina. Y ya sabemos lo que eso significa para nosotros, desastre. Y es que últimamente prestar atención a cualquier noticiario televisivo, radiofónico o de la prensa escrita, significa bipolarizarse hacia las dos únicas informaciones posibles, medallero olímpico y catástrofe aérea de Barajas. Y qué bien que le sienta esto al nazi monclovita y su séquito de subministros anormales, especialmente ahora que se nos vienen encima los efectos más catastróficos de la crisis económica en la que nos han sumido estos cabrones por mero capricho enfermizo. Supongo que os habréis dado cuenta, queridos lectores, que hace días que nadie comenta nada de la crisis.

Pues la crisis está, no ha desaparecido simplemente con dar la espalda como haríamos con Freddy Krueger en sus famosas pesadillas en Elm Street. Y vaya si está, con un paro que continúa disparándose a pesar de estar en pleno período de contratación hostelera por la ocupación vacacional. Ocupación, por cierto, que se descalabra, tanto en lo que se refiere a turistas nacionales (si no hay para comer, ya me dirás para irse de viajecito), como en cuanto a internacionales, y es que los extranjeros ya se han dado cuenta de que España a día de hoy es el país más caro de toda Europa (y no creo exagerar si digo del mundo entero). A este desgobierno de hijos de puta asesinos siempre les han venido muy bien las catástrofes nacionales, y cuantos más muertos haya, mejor para ellos. No hace falta que recordemos cómo llegaron a su poltrona. Ya sabéis lo que pienso del accidente de Barajas y de dónde parte la responsabilidad de todo lo ocurrido (escribí un post sobre ello hace un par de días), y lo curioso es que ya hoy he leído un titular en prensa que se hacía eco de mis mismas reflexiones y silogismos. ¿Despertará España entera de una puta vez? No lo creo.

Ah, el medallero, el otro tema candente de las últimas semanitas. Bueno, en realidad el tema candente son los vergonzosos Juegos Olímpicos de la dictadura amarilla, pero lo cierto es que en cuanto algún deportista español consigue alguno de esos colgajos, ya tenemos noticia para abrir informativos, bonita distracción, pan y circo (aunque eso del pan en España cada vez menos). Claro que, no sé yo qué pasará si al final no se consiguen esas 23 medallas que el capullo integral del delegado del desgobierno para el deporte había vaticinado porque como él dice "estamos en la época de oro del deporte español". Pues ya os lo digo yo, no pasará nada. Una vez más asistiremos a otro ridículo del ejecutivo nazisociata con sus predicciones basadas en los mundo de Yupi. Y evidentemente los manipulados medios pondrán la más siniestra de sus sonrisitas para decir qué guay va todo, en el deporte, en la economía, en lo social, en lo laboral y hasta en los cojones del abuelo de Pedro Picapiedra. Nosotros mientras tanto seguiremos sin trabajo, comida ni techo, pero seremos unos modernos, unos progres y unos guays. El país del chiste, amigos.
 
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