viernes, 8 de agosto de 2008

¿Quién defendería a España?

Imaginemos por un momento que al moro le da por atacarnos. No sería de extrañar, porque el colegueo tan asqueroso y lamentable que se lleva el Hitler pucelano con el terrorista rey marroquí está llegando a tales puntos, que el día que al moraco se le ocurra invadirnos, el miserable asesino monclovita no hará más que aplaudir y dejar que legiones y legiones de morapios ultraviolentos se adentren en territorio español exterminando todo aquello que tenga algún viso de blanco y cristiano. Y las adormiladas masas, completamente manipuladas y agilipolladas, seguirán delante de sus televisores viendo el fútbol y el Gran Marrano mientras bombardean su casa, asesinan a toda su familia y finalmente les rebanan el cuello al más puro estilo guerra santa. Pero lo que realmente más me preocupa si esta no demasiado irreal situación se produjera es qué país, países u organización mundial iba a salir en defensa de España.

Evidentemente los Estados Unidos poco podrían hacer ante un asunto de esta índole, sobre todo por la pertenencia de Marruecos a la OTAN y el pacto de no agresión que existe entre ambas naciones. Aún así, y sin todas estas condiciones de por medio, George Bush no podría más que reírse viendo como al iluminado pseudo-pacifista se le cuelan cientos de miles de moros en su territorio con claras ansias de exterminar cualquier cosa que suene a España. Y es que amor, con amor se paga. Confiemos pues en Europa. Por ejemplo podemos esperar ayuda del gigante alemán, siempre a la cabeza del viejo continente, aunque dudo mucho que la señora Merkel quiera prestar su más mínima ayuda a un tipo que cuando ella llegó al poder la tildó de "subnormal". Italia tal vez, que aunque no tiene un ejército del otro mundo, siempre puede actuar voluntariosamente. Claro que, teniendo en cuenta que Alfonso Guerra llamó a Berlusconi "delincuente" a través de los medios, no sé yo si habrá muchas ganas (lo mejor es que Guerra se atreva a llamar a alguien delicuente). Y bueno, nuestro amigo Sarkozy, pues yo creo que con la caña que le dan los manipulados medios progretas españoles simplemente por dirigir Francia con la seriedad que falta en España (así son los progres), lo mejor que puede hacer es encerrarse en la habitación de un hotel a cardar con la Bruni.

Estos políticos son los que nos representan, siempre haciendo amigos más allá de nuestras fronteras. Como Desatinos, que ya ha puesto contra España al resto de Europa por votar en contra de las medidas para reducir el precio de los combustibles, porque ya se sabe, "en España no tenemos esos problemas". Así pues, tampoco cabe esperar mucha ayuda del resto de naciones del viejo continente, sobre todo si echamos un ojo a la prensa diaria de estos lugares, como la noruega calificando a España como "el país de los maricones". Si es que damos una imagen de progres, modernos y rositas que vamos, nos adoran. Claro que siempre podemos pedir ayuda a Venezuela, aunque me da a mí que el simio cuando se entere de la noticia de la invasión recordará que Aznar es un fascista y España se merece lo que le pase por capitalista y opresor. Oiga, que ya no está Aznar... Bueno, es muy complicado razonar con un mono, mejor lo dejamos estar. Pues que venga Cuba, que nos traigan comandos de negros mamadores de ron a ver si frenan a los moracos, o Siria, que también es muy colega de ZP, aunque se me olvidaba que estos son también moros y están del otro bando. Joder, qué putada tener colegas así.

Sólo nos queda, pues, confiar en nuestro ejército. Lo malo es que en cierto momento de lucidez paranoica antiespañola a la ministra señorita Pepis se le ocurrió comenzar a desmantelar el potencial bélico de España (que tampoco es que fuera mucho) porque somos un país pacifista y nos tenemos que dedicar a jugar con muñecas y pintar murales con las manos. Algún caza debemos tener por ahí, pero como a la Chaconcita le da miedo el ruido de los reactores, mejor los dejamos en tierra y que se apoderen de ellos los moromierdas. Coño, pues usemos lo que sea, bombas, granadas, minas... Lo que pasa es que el ejército español comenzó a eliminar los explosivos de racimo porque, pobrecitos enemigos, igual les hacen daño y en una guerra eso no puede ser, que somos muy guays, vamos de muy buen rollito y somos ultramegaprogres. Y mientras la anormal de la ministra se hace las mechas y se arregla las gafitas, veinte moros perturbados entran en su despacho, la abren de piernas y la violan salvajemente y sin miramientos. Claro que, hay que respetar este tipo de cosas porque son sus costumbres.
 
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