Pero para algunos de nosotros sin duda la noticia del fin de semana fue lo acontecido en Galicia, no lo podemos evitar, es nuestra tierra y hemos vivido cuatro años de oscuridad e intolerancia como nunca antes habíamos visto. Lo cierto es que hasta día de hoy no he hablado demasiado bien de Núñez Feijóo, tampoco mal, pero es que siempre me ha parecido un personaje demasiado plano, sin excesivo carisma ni brillantez en sus ideas. Quizá tras algunas declaraciones que escuché ayer tenga que empezar a cambiar de opinión, no lo sé, porque también se dejó muchas cosas en el tintero. Lo de vender el Audi es la típica chorrada zapateril, qué coño importa ya eso, aunque no está de más que se hable de gobernar para todos los gallegos, tanto los que le votaron como los que no. Ya sé que eso debería ser lo normal, pero acostumbrados como estamos a un hijo de mala madre que sólo desgobierna para amiguetes y minorías enfermizas, pues ya todo nos parece la gloria. Su celebración, sin alardes, berridos infrahumanos ni borracheras criminales, transmitió una seriedad y sobriedad de la que estaba muy necesitado el pueblo gallego y por extensión toda España. De momento su único punto negro ha sido eludir todas las preguntas sobre la dictadura monolingüísta imperante en Galicia a día de hoy. Esperemos que pronto se pronuncie y no se le ocurra ni de lejos intentar seguir los pasos del fantoche Quintana y el chorizo Touriño.
Ya sé que todavía no me he pronunciado sobre el País Vasco y lo allí acontecido. Me sorprende sobremanera que todo sean palmas y alegrías, el PNV porque ha ganado, el PSOE porque ha subido y mucho, el PP... ¿por qué? Los populares se alegran por haber perdido dos escaños. No lo entiendo. ¿Dónde está ahora María San Gil? Y bueno, sacamos a los terroristas de las mesas electorales y nos encontramos con que Aralar se autoproclama la nueva fuerza abertzale de izquierda. Con razón han subido de la forma que han subido, ahora ya sólo falta que se pongan los pasamontañas. En cualquier caso no puedo dejar de comentar el ascenso del PSOE. ¿La gente es gilipollas perdida o qué? ¿Es que en Vascongadas no hay paro, gente sin trabajo muriéndose de hambre, es que no ven que Zapatero es un puto loco enfermizo? Lo que más gracia me hace son los posibles pactos para gobernar. El odio de los nazisociatas hacia el PP da poca credibilidad a ese tripartito no nacionalista que se pretende establecer. Más lógico vería yo a Mr. Spock pactando con los siempre dispuestos a ser enculados psoístas. Aunque ya, visto lo visto en este extraño país que está llegando a ser España, lo que finalmente parece que sucederá es que tendremos al vulcaniano gobernando en solitario y sin posibilidad de que nadie se ponga de acuerdo a la hora de frenar sus ansias separatistas. En fin, que siga el circo.