viernes, 3 de octubre de 2008

Futbolistas con solera 8

En nuestra entrega de hoy de "futbolistas con solera" recordamos a tres de los integrantes de la selección española que participó en el Mundial de España 82. Una participación, la de aquel equipo, que fue de ridículo en ridículo, con empate ante la modestísima Honduras, derrota frente a una Irlanda del Norte con diez jugadores y victoria agónica con amplia ayuda arbitral sobre Yugoslavia. En la segunda ronda Inglaterra y Alemania nos dieron nuestro merecido. Un mundial que también se recordará por la única participación hasta la fecha de selecciones tan exóticas con Kuwait y Nueva Zelanda, que obviamente salieron a goleada por partido.

Miguel Tendillo: nacido en la población valenciana de Moncada, fue uno de los centrales más precoces de la historia del fútbol español. Con 16 años ya era titular indiscutible en el filial del Valencia, para dar el salto al primer equipo dos años después y debutar con la selección española con tan sólo 19 años. Además de ser un muy férreo marcador, Tendillo se sumaba con gran facilidad al ataque, ofreciendo un gran disparo de larga distancia, e incluso en algunos partidos fue colocado como ariete para buscar remontadas a la desesperada. El fracaso en el Mundial 82 le hizo desaparecer de la selección, y con el descenso del Valencia a Segunda División en 1986 se cerraba su etapa más nefasta como futbolista. Intentó cambiar de aires durante una temporada en el Murcia, al que llegaba como refuerzo de lujo, pero no fue hasta su fichaje por el Real Madrid en 1987 cuando volvió a renacer el gran jugador que llevaba dentro. Durante sus cinco temporadas en el club blanco fue de más a menos, acabando por marcharse cuando ya apenas disponía de minutos. En 1992 ficha por el Burgos, donde tras jugar una temporada decide retirarse. Durante años estuvo alejado del fútbol, pero en los últimos tiempos su club de origen, el Valencia, le ha dado la oportunidad de representar a la entidad en diversos actos. Por otro lado, en Moncada, su localidad natal, es un auténtico héroe, habiéndose creado un torneo de fútbol Miguel Tendillo y también colocando su nombre a una calle.

José Ramón Alexanko: este mítico defensa vasco saltó mundialmente a la fama en el FC Barcelona, pero vamos a ver que su trayectoria extradeportiva también es de lo más jugosa. Formado en la cantera del Athletic de Bilbao y jugando una temporada cedido en el Alavés, dio el salto al primer equipo en 1976. Dos años después debutaba con la selección española y en 1980 se convertía en uno de los fichajes estrella del Barcelona (el jugador español más caro hasta ese momento), donde jugaría durante 13 temporadas hasta su retirada en 1993. En sus últimos años, y con Cruyff como entrenador, Alexanko jugó varios partidos en la posición de delantero centro, algo totalmente inusual para él y que hizo caer bastante su prestigio como jugador al no dar pie con bola. Al igual que Tendillo, el fracaso de España en el Mundial 82 le hizo salir ipso facto del combinado nacional, en cuya defensa era hasta ese momento indiscutible. En 1988 salta su primer gran escándalo extradeportivo cuando es acusado de la violación de una camarera en Holanda. A pesar de que fue absuelto por falta de pruebas, en los sucesivos años, y hasta su retirada, los escándalos de faldas fueron una constante. Alexanko se convirtió en un habitual de los clubes de alterne de la ciudad condal y muchos rumores le unieron sentimentalmente a varias prostitutas de origen rumano. Sea por esta razón o por casualidades del destino, una vez retirado comenzó una breve carrera como entrenador en Rumanía, donde dirigió al Universidad de Craiova y al Nacional de Bucarest, sin demasiada suerte. En 2005 fue designado director de fútbol base del FC Barcelona.

Jesús María Satrústegui: mítico ariete de la Real Sociedad de los setenta y ochenta con una pinta realmente muy sádica, con su clásico bigote y su melena rizada al viento. Nacido en Pamplona, comenzó su carrera en el CD Pamplona, siendo fichado por la entidad donostiarra con tan sólo 17 años. Dos años más tarde, en 1973, debutaba con el primer equipo, de donde ya no se movería hasta su retirada en 1986. Ganando dos ligas con la Real, a día de hoy sigue siendo el máximo goleador de la historia de la entidad. Debutó con la selección española en 1975 y tras el fiasco del Mundial 82 fue otro de los sacrificados. Poco después, en noviembre de 1982, Satrústegui recibía una fortísima entrada del jugador del Zaragoza Zayas, que le iba a destrozar la pierna y a dejarle fuera del terreno de juego durante dos años. Cuando por fin pudo volver, su nivel como futbolista ya no era el mismo, y para entonces un joven llamado José Mari Bakero ya le había quitado el puesto. Tras unas dos últimas temporadas con muy pocas oportunidades, Satrústegui decide dejar el fútbol con tan sólo 32 años. Una vez retirado se aleja por completo del mundo del balón y comienza una exitosa carrera como empresario dedicado al sector vinícola. Como curiosidad, anotar que otros miembros de su familia también han estado ligados ampliamente al club donostiarra. Su hermano José Ignacio jugó algunas temporadas en la Real Sociedad, mientras que su sobrino Miguel Fuentes, también futbolista, estuvo veinte años en el club, llegando a ser incluso presidente de la entidad una vez retirado.
 
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